Al echar abajo la reforma educativa de Enrique Peña Nieto, el presidente Andrés Manuel López Obrador cedió a las presiones de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) afirmó el Obispo Antonio González Sánchez.
“Yo sin conocer a fondo, porque no conozco, pero creo que con la echada para atrás de la famosa reforma de Peña Nieto al final de cuentas, aunque diga el secretario de educación diga que no, se está apoyando a la CNTE”.
Consideró que resulta muy preocupante que un grupo disidente de trabajadores de la educación como es la CNTE, obligue al gobierno de la República, a ceder a sus intereses recurriendo al cierre de instituciones, como en este caso fue el Congreso de la Unión, y manifestaciones públicas.
Independientemente de si la CNTE quedó o no conforme con la recién aprobada Reforma Educativa, lo cierto es que haber echado abajo la anterior es haberle hecho caso a este grupo de maestros que siempre se ha caracterizado por la movilización social.
Para el Obispo resulta incomprensible como el gobierno federal cede a los caprichos de la Coordinadora cuando para lograrlo afectan la estabilidad de una ciudad al bloquear, cerrar y tomar calles, reiteró.
Dijo que la forma de actuar de estos maestros es similar a la de Andrés Manuel López Obrador, que en el pasado siempre convocaba a la población civil a la resistencia y también animaba a la gente a manifestarse y muchos lo hacían con violencia.
“No logro entender como se hace tanto caso a la CNTE cerró el Congreso, cerró calles, eso sí le veo más problemas que los migrantes, y aunque él dijo en campaña que no se rompió ni un solo vidrio pero es mentira cuando ha andado en campaña antes él hizo manifestaciones en las cuales hubo violencia”.