El presidente ruso, Vladímir Putin, expresó su sospecha de que bajo los gasoductos Nord Stream pueda haber otra bomba, similar a la que explotó en septiembre pasado en el mar Báltico.
«A unos 30 kilómetros del lugar de la explosión fue encontrado un poste (…). Los especialistas consideran que puede tratarse de una antena para la recepción de una señal con el fin de activar un artefacto explosivo», dijo Putin al canal de televisión Rossía-1.
Putin agregó que dicho artefacto «puede estar colocado -no lo afirmo, pero puede ser- bajo el sistema de gasoductos».
Además, precisó que los especialistas del consorcio gasístico Gazprom encontraron la supuesta antena en el lugar más vulnerable del gasoducto, en la intersección de dos tramos de tuberías.
Por ello, destacó, Rusia quiere recibir autorización de las autoridades danesas para, si es posible, «formar un grupo internacional de expertos y artificieros que puedan trabajar a esa profundidad y realizar la correspondiente investigación».
«Y si es necesario, desactivar el artefacto explosivo, si es que lo hay, por supuesto», insistió, aunque admitió que por el momento Dinamarca no ha respondido afirmativamente.
Admitió que Rusia tiene «muy complicado» realizar sus propias pesquisas si no le permiten acceder al lugar del siniestro.
A su vez, reconoció que no hay precedentes al respecto, pero que teóricamente es posible reparar el gasoducto, aunque se necesitaría tiempo, medios y nuevas tecnologías.
Sea como sea, consideró que el gasoducto tiene futuro siempre y cuando los países europeos estén interesados y se guíen por el «instinto de sus intereses nacionales» y no obedezcan a pies juntillas a Washington.
Putin calificó de «completa sandez» el que Ucrania pueda estar detrás de lo que él llamó «atentado terrorista», aduciendo que dicho ataque sólo puede ser perpetrado por especialistas respaldados por un Estado que disponga de la tecnología necesaria.
«Que es un atentado no es un secreto para nadie. Eso creo que todos lo han admitido. Por cierto, un atento cometido, evidentemente, a nivel estatal, ya que ningún aficionado puede llevar a cabo tal acción», comentó.
En cuanto a los responsables, consideró que Estados Unidos «está interesado en suspender el suministro de hidrocarburos rusos en el mercado europeo» para bombear sus gas licuado, que «es un 25-30 % más caro que el ruso».
El diario «The New York Times» y la revista alemana «Spiegel» informaron recientemente que un grupo proucraniano puede estar detrás del acto de sabotaje.
En cambio, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, negó cualquier conexión de su gobierno con las explosiones de los gasoductos que conectan Rusia con Alemania.
Hace una semana Moscú adelantó que buscará que el Consejo de Seguridad de la ONU vote una propuesta para poner en marcha una investigación internacional.
En septiembre de 2022 Putin ya calificó la fuga en los gasoductos de «acto de terrorismo internacional» y señaló a EEUU como principal sospechoso para el Kremlin.
Los ataques contra los gasoductos, que no se encontraban en servicio, causaron dos fugas en cada uno de ellos, dos en la zona danesa y dos en la sueca, todas en aguas internacionales.