Fue hallado sin vida en Cuernavaca, Morelos, Moisés Fabila, sacerdote de la Basílica de Guadalupe, pese a que se pagó su rescate un día antes.
El sacerdote, de 84 años de edad, fue secuestrado el 3 de abril cuando iba rumbo a Cuernavaca. Era originario de Valle de Bravo y sus feligreses lo describieron como una persona tranquila y de bajo perfil.
Se trata del tercer homicidio de un cura en la última semana y el número 24 en la administración de Enrique Peña Nieto.
Moisés Fabila estaba adscrito a la Basílica del rector Enrique Glennie, de la Arquidiócesis de México del cardenal Carlos Aguiar Retes, y padecía problemas cardiacos, por lo que se cree que no aguantó las condiciones del plagio y murió días antes del acuerdo negociado con sus captores, pero no avisaron a la familia.
Se ordenó como sacerdote el 29 de junio de 1961. Desde el 2001 se desempeñaba como capellán de coro en la Basílica de Guadalupe.