Los diminutos organismos en la nariz de un niño podrían ofrecer pistas para mejorar el diagnóstico y el tratamiento de las infecciones pulmonares graves, según una investigación. Los expertos descubrieron que la composición del microbioma, la población de bacterias y virus que se encuentra en gran número en el cuerpo, se vio alterada en la nariz de los niños con infecciones respiratorias, en comparación con sus compañeros sanos.
Esta diferencia predijo cuánto tiempo tenían que pasar los niños en el hospital y ayudó a detectar a las personas con probabilidades de recuperarse de forma natural, lo que podría reducir la necesidad de antibióticos. Los científicos dicen que los resultados también ayudan a explicar por qué algunos niños son más propensos a desarrollar infecciones que otros y podrían ser clave para prevenir infecciones pulmonares graves.
Las infecciones del tracto respiratorio inferior (LRTI, por sus siglas en inglés), que incluyen neumonía y bronquiolitis, son una de las principales causas de muerte entre los menores de cinco años en todo el mundo. Los síntomas incluyen dificultad para respirar, debilidad y fiebre. Médicos de la Universidad de Edimburgo, en Reino Unido, trabajaron con equipos en los Países Bajos para tomar muestras de más de 150 niños menores de 6 años hospitalizados con LRTI y los compararon con muestras de 300 niños sanos.
IMPORTANTE A LA HORA DE DECIDIR SI RECETAR ANTIBIÓTICOS
Encontraron que el microbioma en la parte posterior de la nariz y la garganta estaba relacionado con lo que se ve en los pulmones, lo que facilita la comprensión y el diagnóstico de las infecciones. Según los expertos, los niños con LRTI tenían un perfil de microbioma diferente, incluidos los tipos y las cantidades de organismos virales y bacterianos individuales, en comparación con los niños sanos.
Estos perfiles podrían identificar al 92 por ciento de los niños como saludables o enfermos cuando se combinan con factores como la edad del niño, sin importar los síntomas que tenía el niño. Los expertos dicen que esto rompe con el pensamiento tradicional de que los síntomas predicen si un virus o una bacteria está causando la enfermedad y podría tener un impacto en la decisión de usar o no antibióticos. El perfil del microbioma también ayudó a los científicos a predecir la duración de la estancia hospitalaria del niño, un marcador de la gravedad de la infección.