n equipo de antropólogos dirigidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron en el estado de Tamaulipas, la momia de un niño acompañada de plantas cultivables como ofrenda en un fardo funerario de petate intacto.
El fardo se encontró en la cueva La Escondida, que es parte de un conjunto de cavidades ubicadas en el municipio de Victoria, estudiadas por el INAH, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como las universidades de Córdoba, España y Uppsala, Suecia.
En un comunicado, el instituto detalló que el fardo estaba acompañado de una ofrenda compuesta por una cesta elaborada en materia vegetal, 756 semillas de encino, 52 olotes de una especie de maíz temprano y cuatro pedúnculos de calabaza.
Sobre el bulto mortuorio se halló una vasija de cerámica, colocada de manera invertida, agregó.