El Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue “totalmente hundido” por “sus enemigos internos”… No lo mandó al tercer lugar Andrés Manuel López Obrador.
Así lo afirma el senador priísta Patricio Martínez en un diagnóstico que hizo sobre el tricolor en la jornada electoral, el cual comparte con el diario La Jornada.
Identifica que al PRI lo destruyeron los malos gobiernos que encabezó, la corrupción, “el estar sometido a los caprichos de una camarilla que se apoderó del partido”, así como los egresados de grandes universidades extranjeras que nunca “pisaron una banqueta, jamás tocaron una puerta para hablar con el elector y, con humildad, pedirle su voto”.
Patricio Martínez abundó que los “enemigos internos” del PRI convocaron a la asamblea en que se reformaron los estatutos para aceptar candidatos externos.
Ese fue el inicio de la derrota y fue una muestra clara de un partido sometido a las ocurrencias de un grupo de intelectuales que “no sabía ni remotamente lo que era el Revolucionario Institucional”.
Al resaltar que los buenos gobiernos dan buenos resultados electorales, destacó que la administración del gobierno de Enrique Peña Nieto de forma sistemática obtuvo bajas evaluaciones y pese a ello, no se hizo ningún cambio.