Cualquier extranjero que quiera entrar a Estados Unidos deberá enviar una solicitud que incluya sus identidades en redes sociales, teléfonos y correos electrónicos.
Esta medida fue propuesta el pasado viernes por el gobierno de Donald Trump y publicada en el Registro Federal para hacer más rigurosas las inspecciones en cuanto a seguridad nacional y que deberá ser aprobada por la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB).
Estos datos deberán incluir direcciones electrónicas que fueron usadas por los extranjeros en los últimos cinco años para poder investigarlos e identificarlos.
En el cuestionamiento que se les plantea hacer, también se contempla preguntar si han sido deportados o expulsados de algún país o si familiares han participado en actividades terroristas.
El Departamento de Estado aseguró que a los diplomáticos y funcionarios extranjeros no se les aplicará estas medidas.
Para esta medida que abarcaría unos 10 millones de personas por año, se abrió un periodo de 60 días para que la sociedad pueda hacer comentarios sobre ella antes del 29 de mayo, día en que se espera sea aprobada.
Esta propuesta ya había sido mencionada por Donald Trump como una acción para prevenir el terrorismo.