Los expresidentes de Estados Unidos, Joe Biden y Barack Obama, condenaron el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, ocurrido este miércoles durante un evento en una universidad de Orem, Utah, donde el también comentarista político recibió un disparo en el cuello que le arrebató la vida a los 31 años.
Biden, a través de su cuenta en la red social X, afirmó que “no hay cabida en nuestro país para este tipo de violencia. Debe terminar ya”. El exmandatario demócrata agregó que tanto él como su esposa Jill rezan por la familia y seres queridos de Kirk.
Por su parte, Obama expresó que aún se desconocen los motivos del atacante, pero recalcó que “este tipo de violencia despreciable no tiene cabida en nuestra democracia”. El exmandatario dijo que él y Michelle Obama elevan sus oraciones por la esposa de Kirk, Erika, y por sus dos hijos pequeños.
Charlie Kirk, fundador de Turning Point USA en 2012, se había convertido en una de las voces conservadoras más influyentes del país y era considerado un aliado clave del expresidente Donald Trump, quien lo responsabilizó directamente a la “retórica de la izquierda radical”. Según Trump, durante años se ha comparado a “estadounidenses maravillosos como Charlie con nazis y criminales en masa”, lo que, aseguró, ha contribuido a generar un ambiente de violencia política.
El homicidio de Kirk ocurre en un contexto marcado por una ola de ataques con motivaciones políticas en Estados Unidos, entre ellos el asesinato en junio de Melissa Hortman, líder demócrata en la Cámara de Representantes de Minnesota, y de su esposo, así como el atentado en abril contra la residencia del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro.