Muy orondo, el diputado federal morenista Hirepan Maya –«greñudo, comunista y de izquierda», como se denominó– abrió una botella de vodka en el salón de sesiones al calor de los trabajos de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
Hubo algunos parlamentarios que alzaron la ceja cuando el diputado se sirvió un trago. Unas dos horas más tarde, ante el desconcierto que provocó, aclararía ante la prensa que, efectivamente, era una botella de vodka pero con un contenido sin alcohol, un menjurje «desintoxicante».
«Es el morbo, pero no hay que ser morbosos. Saben qué es bien importante, la medicina natural», sugirió, como para evitar suspicacias.
La bebida que se tomó en el pleno está hecha a base jamaica, canela, jengibre, nurite y cardamomo. «Todo eso lo meten a la botella, le agregan agua, lo meten al refrigerador, sin hervir, y eso genera una infusión, y las plantas y los tés, no pierden sus propiedades…»
El menjurje no tiene nombre pero sabe «muy rico» sirve para purificar el hígado y el riñón. «Hago mis propias mezclas de té, sin hervir. Generalmente hago infusiones así en frío y luego lo puedes calentar, sin que pierda sus propiedades».
Tocado con una cola de caballo, el diputado tuvo en tribuna una intervención sui géneris: «Silencio, lo sagrado está ligado al silencio y ustedes están ligados a la consagración de la Suprema Corte y de la oligarquía del poder», dijo durante el debate relacionado con el nombramiento (frustrado) de los comisionados del INAI.
Oriundo de Michoacán, Hirepan Maya citó al filósofo sur coreano Byung-Chul Han para hacer notar que, «en su sociedad de la transparencia, explica perfectamente la narrativa con la que ustedes –los legisladores de la oposición– deciden defender la Corte (…) y explica cuál es el guion y la argumentación que hacen desde la ultraderecha internacional sobre las sociedades de la transparencia».
Luego erraría al llamar Blanca en vez de Norma a la ministra Piña, a quien le recomendó «no actuar como vulgares cortesanos del poder. Y discúlpenme por ser greñudo, comunista y de izquierda. Que florezcan las semillas del socialismo en todo el mundo y en los jardines de este Senado. ¡Abajo el fascismo mundial».