Una empresa deberá pagar el equivalente a poco más de 60,000 pesos mexicanos a un hombre por indemnización tras haber sido despedido.
El hombre metió una demanda ante el tribunal francés para que la empresa le pague tras haberlo despedido por no participar en las dinámicas de integración de la empresa.
El sujeto alegó que las dinámicas de integración eran más de convivio con alcohol en exceso y prácticas que fomentaban la promiscuidad. Él simplemente no quería participar.
«La cultura ‘Fun & Pro’ prevaleciente en la empresa se caracterizaba por prácticas humillantes e intrusivas en la vida privada», dice la resolución.
Estas involucraban actos sexuales fingidos, la obligación de compartir cama con otros trabajadores, uso de apodos y publicación de fotos.
La justicia laboral le dio la razón al hombre, del que se preservó su identidad y quien presentó la demanda en 2015 que hasta ahora tuvo resolución. Se consideró que el despido fue injustificado.
Lo anterior porque se encontró que ningún trabajador debe ser despedido por negarse a hechos que atenten contra su integridad o que promuevan el acoso laboral.