Una niña de 11 años que estaba de vacaciones con su familia en la isla italiana de Pantelaria se infectó de gonorrea luego de nadar en uno de sus lagos con aguas termales.
Aunque la gonorrea tiende a ser clasificada como una enfermedad de transmisión sexual (ETS), hay casos que demuestran que la bacteria Neisseria gonorrhoeae no siempre infecta a un huésped humano por la vía sexual.
Uno de esos casos fue publicado en septiembre en la revista académica Journal of Medical Case Reports. La publicación expone la situación que tuvo que enfrentar una familia austriaca cuando una de las hijas contrajo gonorrea en un destino turístico.
La infección presuntamente ocurrió cuando la niña estaba nadando con su padre, su madre y su hermana mayor en las aguas termales de un lago volcánico de nombre Specchio di Venere (el Espejo de Venus).
Dos días después, la menor comenzó a experimentar una dolorosa sensación de ardor. Al principio, la familia pensó que se trataba de una micosis, por lo que aplicaron un tratamiento antifúngico y continuaron con sus vacaciones.
Cuando la familia regresó a Austria, la niña siguió manifestando síntomas por dos semanas, por lo que sus padres tomaron la decisión de consultar a su doctor. Fue entonces que los análisis determinaron la diagnosis: gonorrea.
La niña insistió que nunca tuvo relaciones sexuales ni fue víctima de abuso durante el viaje. No obstante, el resto de la familia se sometió a pruebas que resultaron negativas; la única infectada había sido ella.
Los riesgos de aguas termales
Los investigadores que analizaron el caso concluyeron que lo más probable es que la niña contrajo la bacteria en Pantelaria. En su reporte señalaron que las cálidas temperaturas del agua sirvieron de caldo de cultivo para la infección.
Angustiada por el diagnóstico, la niña estaba aterrada de que sus compañeros de escuela se enteraran de su padecimiento. “El estrés de adaptarse a una nueva escuela, junto con la infección, le provocó llanto y fatiga, sobre todo justo antes del tratamiento, ya que tenía mucho miedo de la infusión”, dice el reporte.
Afortunadamente la paciente se recuperó por completo gracias a un tratamiento eficiente de antibióticos.
Los investigadores recomendaron a los usuarios de aguas termales que se bañen bien con jabón antibacterial antes y después de nadar en estos sitios.
“Es necesario que la gente comprenda que las personas que se bañan en piscinas termales poco profundas muy frecuentadas corren el riesgo de exponerse a patógenos a través de la inoculación por parte de otros bañistas”.
Añadieron: “Un letrero debe informar a los visitantes sobre la higiene estricta antes de ingresar a las piscinas”.