África, el menor emisor de gases de efecto invernadero del mundo pero el continente más vulnerable al cambio climático, pidió el martes en la COP26 miles de millones de dólares para financiar su adaptación a los cambios.
«Para un continente que contribuye con cerca de 3% a las emisiones de gases de efecto invernadero, África no puede enfrentarse sola a sus efectos cada vez más perjudiciales», dijo el presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, actual presidente de la Unión Africana (UA) e impulsor de una reunión para «la aceleración de la adaptación en África».
Tshisekedi proporciona el apoyo de la UA a un programa de 25.000 millones de dólares del Banco Africano de Desarrollo (BAD) y del Centro Global para la Adaptación (GCA, con sede en los Países Bajos).
El programa pretende «acelerar» la Iniciativa de Adaptación de África, lanzada en 2015 durante la COP21 que dio lugar al acuerdo de París.
A través del BAD, el continente ha movilizado la mitad de esta cantidad y pide a los países desarrollados que financien el mismo monto.
«25.000 millones de dólares en cinco años no son suficientes para colmar el déficit de financiación de la adaptación», subrayó el presidente congoleño, recordando que el continente sólo recibe unos 6.000 millones de dólares de ayuda al clima.
Las promesas incumplidas de financiación por parte de los países ricos a los más pobres, expuestos a los crecientes estragos de las sequías, los incendios y las inundaciones causados por el calentamiento global, es uno de los temas más candentes de la COP de Glasgow.
El presidente británico de la COP, Alok Sharma, apoyó la iniciativa y reconoció que «las necesidades son amplias y la injusticia grande».
También anunció cerca de 200 millones de dólares en nuevos fondos procedentes de Londres, que deberán «desbloquear un total de casi 1.200 millones de dólares». «Y habrá más», prometió.