Una niña de siete años murió tiroteada en Myanmar por soldados leales a los golpistas militares durante un registro en una casa de Mandalay, la segunda ciudad más grande del país.
Los hechos tuvieron lugar la tarde del 23 de marzo. Al derribar la puerta e irrumpir dentro de la vivienda, los soldados ordenaron a los seis familiares presentes que se sentaran. La menor, Khin Myo Chit, se sentó en el regazo de su padre.
«Preguntaron si todos en la casa estaban allí. Mi padre respondió que estaban todos. […] Uno de ellos dijo que mi padre mentía», recuerda la hermana mayor de la niña, May Thu, en una entrevista al portal Myanmar Now. Tras repetir su pregunta y recibir la misma respuesta, el militar disparó contra el hombre, pero la bala alcanzó a Khin Myo Chit.
A pesar de que la niña estaba desangrándose, los familiares no pudieron salir de la casa antes de que los soldados golpearan con las culatas de sus armas a su hermano de 19 años y se lo llevaran.
«No pudimos evitar que se lo llevaran. Dijeron: ‘¿quieres que te disparemos de nuevo?’ Mi padre tampoco sabía qué hacer porque la niña estaba en sus brazos», relata May Thu.
Cuando los uniformados se fueron, la familia se apresuró a llevar a Khin Myo Chit al hospital, pero los doctores no pudieron salvarla.
El caso generó conmoción en la sociedad birmana, resultando en el anuncio de una «huelga de silencio» que tiene lugar en el país este miércoles. Aparentemente, la nueva táctica ya ha dado los primeros resultados, ya que las autoridades militares han liberado a 628 detenidos, informa The Guardian.