La Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) ha anunciado este martes que actualmente no hay indicios de que la vacuna de AstraZeneca contra el covid-19 haya sido la causa de coágulos sanguíneos observados en algunos vacunados después de la inyección del fármaco, y ha concluido que los beneficios de la vacuna son mayores que los riesgos.
La directora ejecutiva de la EMA, Emer Cooke, señaló que los expertos investigan la posibilidad de la formación de coágulos sanguíneos a causa de la vacuna, pero subrayó que este tipo de incidentes ocurren «muy rara vez» y el organismo estudia cada caso aparte.
«Los beneficios siguen siendo mayores que los riesgos, pero es una preocupación seria que requiere de una evaluación científica seria y detallada. Esto es lo que estamos haciendo en estos momentos», declaró Cooke.
«Cuando se vacuna a millones de personas, es inevitable que se produzcan incidencias raras o graves de enfermedades después de la vacunación», reconoció, explicando que el papel de su agencia es asegurarse de que «cualquier sospecha de reacción adversa se investigue rápidamente para poder averiguar si se trata de un efecto secundario real de la vacuna o es una coincidencia».
Cooke agregó que «miles de personas desarrollan coágulos de sangre cada año en la Unión Europea por muchas razones diferentes» y que de momento no se ha establecido una relación directa entre este tipo de episodios y la inoculación del producto de AstraZeneca, por lo cual en la EMA están «firmemente convencidos» de que es mejor vacunarse que correr el riesgo de terminar hospitalizado o morir por covid-19.
La EMA presentará su conclusión sobre la vacuna de AstraZeneca este jueves en medio de la incertidumbre acerca de su seguridad. Entre tanto, una serie de países europeos suspendieron el uso del medicamento como medida de precaución ante los casos de trombosis y embolias. Este martes a la lista se ha unido Suecia.