Una botella con un mensaje enviado por un grupo de scouts de las islas Feroe viajó por el océano Atlántico durante 21 años hasta ser encontrada el pasado 28 de febrero por una joven que paseaba por una playa de Escocia.
Megan Kepple y su amiga Lisa caminaban en una playa de las islas Shetland cuando avistaron la botella. Si bien al principio pensó que se trataba de basura, decidió agarrarla y descubrió en su interior el mensaje, que estaba escrito a computador y fechado el 17 de enero de 2000.
La nota estaba escrita en feroés, una lengua nórdica que hablan los residentes de ese país autónomo perteneciente al Reino de Dinamarca, por lo que recurrió a Facebook en busca de ayuda para traducirla.
Así descubrió que estaba firmada por Finn Johannesen, un miembro de un grupo de scouts de la ciudad de Klaksvik.
En la nota, Johannesen contaba que, como parte del escultismo, él y otros jóvenes exploradores habían salido de acampada y para esa noche tenían «muchas cosas planeadas», como aprender «sobre el tráfico y ropa de reflexión».
El poner el mensaje en una botella y arrojarlo al mar era otra de las actividades planificadas para esa noche, revelaba en la misiva. «Le deseamos todo lo mejor y le agradecemos que se comunique con nosotros», concluía la nota.
Kepple logró ponerse en contacto con el Grupo Scout KFUM & KFUK, al que pertenecía el grupo de jóvenes y Johannesen, quien, a pesar de ya no formar parte de este, fue informado de que su mensaje había sido encontrado.