Tras 22 años de una vida juntos, Ernesto Hernández Ávila extraña a su esposa Sandra Cruz, con quien procreó un hijo. Desde hace cuatro años la busca.
Ella se dedicaba a vender ropa de segunda y a eso habían ido a Brownsville, Texas, cuando de regreso y casi al llegar al ejido Francisco Villa, municipio de San Fernando, una camioneta con hombres armados les cerró el paso.
Traían uniformes militares, chalecos antibalas, nos dijeron que se trataba de una investigación. Nos separaron, a mí me subieron en una camioneta y a ella en otra que llego con personas armadas. Desde entonces no la volví a ver nunca más, pero no pierdo la esperanza de volver a verla, de encontrarla
«Me dijeron que no nos iba a pasar nada, que solo investigaban y nos soltaban. Al día siguiente me soltaron a mí, pero a mi esposa no».
«Nos vendaron los ojos, nos metieron a una brecha durante 15 minutos. A mi esposaya no la mire, preguntaba por ella y me decían que era una investigación y así me trajeron 24 horas», explicó Ernesto.
La desaparición forzosa se registró el 8 de enero de 2016, «me amenazaron con que si denunciaba también me iban a matar a mí y mi hijo. Tenían mi dirección, mis credenciales. Tenía miedo, la verdad».
Tardé mucho para volver a dormir, comer. Todavía hay noches en que me la paso en vela hasta que me vence el sueño
Fue hasta el 29 de enero de ese mismo año cuando presentó la denuncia ante el Ministerio Público en Matamoros.
Han transcurrido cuatro años y Ernesto Hernández, quien se dedica al comercio, ante la falta de actuación de las autoridades de la Fiscalía General de Justicia y de la Comisión de Búsqueda, ha hecho sus propias investigaciones.
Así logro saber que hay evidencias de que su esposa Sandra Cruz Cadena se encuentra en Tijuana, que la vieron personas como si estuviera retenida.
Es por eso que Ernesto Hernández decidió acudir al Instituto de Atención a las Víctimas del Delito para solicitar apoyo para viajar a Tijuana, con un acompañante, a fin de hacer personalmente la búsqueda, luego de que por parte de la Fiscalía General no habido investigación alguna.
Carmela Ramos Salinas, quien encabeza a un grupo de familiares de desaparecidos, sostuvo que de manera sistemática la Fiscalía de Atención a Víctimas del Secuestro y Desaparición se ha negado a efectuar investigaciones, a la realización de operativos de búsqueda.
«Lo único que estamos pidiendo es un operativo de búsqueda en Tijuana, que nos den recursos para viajar y hacer los trabajos búsqueda, si quienes tienen la responsabilidad no los quieren hacer», mencionó.
Aseveró que las funcionarias del Instituto de Atención a Víctimas del Delito, de la Fiscalía de Víctimas del Secuestro y Desaparición, se gastan en el presupuesto que reciben en comprar maquillaje, bolsas y en salones de belleza, pero no en atender las víctimas.