Grecia, Chipre, Italia y Francia han iniciado este miércoles unas maniobras militares conjuntas en el Mediterráneo oriental, en medio de la disputa por los recursos energéticos en esa región entre Turquía y Grecia.
Los ejercicios navales, con el nombre en clave ‘Eunomia’, tienen lugar frente a las costas del sur de Chipre y finalizarán el 28 de agosto. En un comunicado, el ministro de Defensa griego, Nikos Panagiotopoulos, indicó que los ensayos tienen como objetivo demostrar el compromiso de los cuatro países europeos «con el estado de derecho como parte de la política de reducción de las tensiones».
«Las tensiones y la inestabilidad en el Mediterráneo oriental se han incrementado debido a los prolongados conflictos en la región, así como por el aumento de las fricciones en diversas cuestiones relacionadas con el espacio marítimo», señala el documento. «Esas tensiones se ven agravadas por el descubrimiento de recursos naturalesen alta mar en la zona, dando lugar a repetidas violaciones de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar», denuncia el comunicado.
Mientras tanto, la ministra francesa de las Fuerzas Armadas, Florence Parly, ha anunciado a través de Twitter que París envió a los ejercicios tres cazas Rafale y su fragata Lafayette. «El Mediterráneo oriental se está convirtiendo en una zona de tensión. El respeto por el derecho internacional debe ser la regla y no la excepción», escribió la ministra, añadiendo en otro tuit que esa región «no debería ser un patio de recreo para las ambiciones de algunos».
La respuesta de Turquía
Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha declarado que Ankara hará «todo lo que sea necesario» para garantizar sus derechos en el Mediterráneo oriental, así como en el mar Egeo y Negro, y que su país no hará «ninguna concesión«.
«Si quieren pagar un precio, que vengan y nos enfrenten. Si no tienen el valor para hacerlo, deberían apartarse de nuestro camino«, dijo Erdogan este miércoles refiriéndose a Grecia, según el diario turco Daily Sabah. El mandatario además instó a sus «homólogos» a «abstenerse de cometer errores que les llevarían a la ruina«.
Las tensiones entre Turquía y Grecia se intensificaron después de que Ankara enviara un buque de investigación y dos barcos de apoyo para realizar una exploración sísmica en aguas en disputa del Mediterráneo oriental, una medida que Atenas calificó de ilegal.