La Liga Alemana de Futbol (DFL) aceptó sin discusión la negativa del Gobierno germano a autorizar por el momento el regreso de los aficionadosa los estadios.
«La DFL siempre insiste en el hecho de que la lucha contra el coronavirus tenía la máxima prioridad. Por tanto, evidentemente, respeta la posición de los ministros de Sanidad federal y de los Länder», las regiones federales alemanas, precisó.
Sin embargo, la DFL señaló que «el regreso a la normalidad (…) debe ser un objetivo en todos los aspectos de la vida«, progresivamente y en función de la situación. «En consecuencia, la DFL y los clubes van a prepararse lo mejor posible para el retorno de los espectadores a los estadios».
El lunes por la noche, el ministro de Sanidad del país, Jens Spahn, había rechazado la idea por considerar que enviaba «una mala señal» cuando el país vive un recrudecimiento de la pandemia de coronavirus.
Spahn respondía así a la DFL, que había propuesto a las autoridades un protocolo sanitario, aceptado por los 36 clubes de primera y segunda división, para permitir el regreso de los aficionados.
Entre las medidas propuestas aparecían la prohibición de localidades para estar de pie, de la venta de alcohol en los estadios hasta octubre y de los desplazamientos de aficionados para los partidos fuera de casa hasta final de año.
«Miles de aficionados en los estadios, eso no va con la evolución actual» del número de contagios, opinó el ministro en un tuit publicado tras una reunión con los ministros regionales de Sanidad.
Estos últimos descartaron el regreso del público a las gradas al menos hasta el 31 de octubre.
La Bundesliga debe regresar el 18 de septiembre.