Juan Daniel Ortiz Martínez, ingeniero de 23 años muerto en un fuego cruzado entre agentes tamaulipecos y pistoleros, fue despedido ayer por cientos de familiares, amigos y compañeros de trabajo entre llanto, dolor y reproches a la Policía Estatal.
El joven, acribillado la noche del viernes, fue velado afuera de su domicilio, una sencilla casa de madera próxima a las vías ferroviarias, en la Colonia Ferrocarril Sur Uno, y sepultado la tarde de ayer a tres cuadras, en el Panteón Municipal.
Antes de iniciar el cortejo fúnebre, la familiar pidió mandarle un mensaje al Gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca pintando en los vehículos leyendas como «Estatales no disparen, somos gente inocente».
La familia acusó a los elementos de la Policía Estatal de acribillar a Ortiz, presuntamente por confundirlo con pistoleros a los que perseguían, y se declaró ayer indignada por la lentitud de la investigación de la Fiscalía del Estado.
También señalaron que los agentes que balearon al ingeniero seguían trabajando, ya que sólo les recogieron las armas y siguen en las patrullas, sin ser acuartelados o suspendidos.
El cortejo fúnebre arrancó a las 16:00 horas con tres camionetas que llevaban las coronas y arreglos florales, y una carroza del DIF con el féretro.
Más de 500 personas, a pie y en vehículos, marcharon en silencio, entre ellos el Alcalde panista Carlos Ulivarri y esposa.
Las pertenencias de Juan Daniel aún no las regresa el Ministerio Público, que pidió al padre de familia a acudir a rendir su declaración en pleno velorio, lo que los indignó más.
Un tío de la víctima aseguró que llegaron a los pocos minutos de oír disparos, ya que su sobrino acababa de salir a la tienda, pero policías estatales amenazaron a los familiares obligándolos a no acercarse a la camioneta del sobrino.
Ante las versiones de que había armas en el vehículo, la familia señala que los agentes sembraron el arma, cargadores y ponchallantas.
El jefe del joven, que trabajaba en una maquiladora de Reynosa, describió a Ortiz como un empleado cumplido, disciplinado y muy estimado por compañeros.
Juan Daniel era uno de los casi 10 mil trabajadores de las maquilas de Reynosa que viven en el vecino municipio de Río Bravo y van vienen todos los días.
Con los horarios que tenemos, variables, lo que puedo decir es que Daniel nomás se dedicaba a su trabajo, no tenía otro empleo
El hombre detalló que conoció muy bien a Daniel porque lo tuvo a su lado desde estudiante, hace dos años, cuando llegó a realizar prácticas profesionales y al termino se quedó trabajando.
«Era muy eficiente y disciplinado», afirmó. «Tenía grado de técnico… y nunca faltaba».