Delincuentes que se dedican a la extorsión telefónica se encuentran generalmente presos en otras entidades de la República y no tienen la menor posibilidad de provocar un daño real en las personas a quienes llaman para amenazar.
Aún cuando el identificador de llamadas de líneas residenciales o celulares indique la clave 449, es muy poco probable que estas personas dedicadas a delinquir se encuentren en Aguascalientes, ante lo cual se recomienda colgar de inmediato y no dejarse envolver, advierte el fiscal general del estado, Jesús Figueroa Ortega.
Estas personas hacen sus llamadas desde el interior de los Ceferesos federales, por eso le pedimos a los ciudadanos que nos se dejen engañar, no los escuchen. Aun cuando la lada sea 449, la indicación es colgar inmediatamente. Tenemos identificado que en casos recientes estas llamadas las estuvieron haciendo desde Tamaulipas”, explica.
También se tiene registro de intentos de extorsión generados desde penales del Estado de México y Jalisco.
El modus operandi de estos delincuentes, explica, es casi siempre el mismo: que no tengan contacto con su familia y se aíslen en un hotel, mientras tanto llaman a la familia y les piden un rescate, generalmente exigiendo una alta cantidad.
Este delito es tipificado como Secuestro Virtual, al no existir físicamente la presencia de un secuestrador, quien sin embargo tiene la habilidad suficiente para crear sicosis entres sus víctimas.
Se ha incrementado la ocurrencia de estas llamadas de extorsión y todas las detectamos con origen dentro del Cereso de Tamaulipas. Habían estado bajando, pero por temporadas se incrementan
En cada uno de los casos, se tiene contacto con las fiscalías de los estados y en este caso, el responsable de la procuración de justicia en la entidad dijo haber realizado un procedimiento que requerirá la intervención incluso de la autoridad federal, toda vez que este centro penitenciario depende directamente del gobierno de la República.
Reconoce que en todos los penales del país está estrictamente prohibido realizar llamadas telefónicas o ingresar aparatos celulares, sin embargo, la permisividad, falta de vigilancia, ausencia de aplicación del reglamento y a corrupción permiten que los internos cuenten con estos instrumentos de comunicación.