En estados como Tamaulipas, se ha incrementado el consumo de metanfetamina, sustancia altamente adictiva que propicia mucha violencia, alertó la coordinadora de los Centros de Integración Juvenil en la zona norte, María San Juana Covarrubias.
Dijo que la disponibilidad, la oferta y el fácil acceso es lo que ha propiciado que un mayor número de personas, tanto jóvenes como adultos, opten por experimentar con este tipo de droga.
“Para Tamaulipas el consumo de sustancias va cambiando y esto tiene que ver con la disponibilidad de drogas; es cierto consumo de metanfetaminas ha aumentado sobre todo acá en norte todavía no tanto en esta zona sí en el norte es la cocaína, la metanfetamina y la marihuana son las sustancias mayormente más utilizadas”.
En el caso de ciudad Victoria, agregó, se observa que también hay un aumento en el consumo aunque aceptó que a los Centros de Integración Juvenil no llegan muchos pacientes con este tipo de adicción.
“Dando vuelta por la ciudad, y viendo las condiciones, si puede ser que haya aumento mayor de metanfetamina aunque a nosotros no nos haya llegado tantos casos pero dado que las condiciones de la ciudad seguramente habrá otros grupos instituciones que reciban más casos de este tipo”.
Con estos antecedentes, María San Juana Covarrubias dijo que es muy importante reforzar la coordinación con las instituciones de salud porque es de vital importancia sumar esfuerzos para detectar oportunamente casos de consumo de metanfetaminas con la idea de ser atendidos lo más pronto posible.
“Si es una alerta porque este tipo de sustancias son muy desorganizadoras de la conducta; es droga muy adictiva y es droga que propicia mucho violencia y es algo que para nosotros debe ser importante reforzar las coordinación con instituciones porque creo que es de vital importancia que todos estemos en esta coordinación de sumar esfuerzos para que esos casos detectados de manera temprana se atienda”.
Los consumidores crónicos pueden presentar síntomas que pueden incluir ansiedad intensa, confusión, insomnio, fluctuación del estado de ánimo y comportamiento violento.
“Hoy más que nunca este tipo de sustancias son dañinas y no podemos permitir que pasen los años porque además del deterioro físico mental para el sujeto es un daño social familiar que se da también en el tejido social”.