El Instituto Nacional de Migración (INM) de la delegación de Nuevo Laredo, Tamaulipas, desalojó de sus instalaciones a los migrantes retornados de los Estados Unidos, y los dejó a su suerte al retirarles el transporte que los llevaba a la central y donde decidían que estado tomar para pernoctar mientras se resuelve su petición de asilo.
En el lugar, se alojaban cerca de mil migrantes, quienes desde el 16 de julio fueron ocupando las instalaciones del INM, pero el personal en grupos reducidos los convenció de que buscaran hospedaje en albergues donde finalmente no fueron admitidos por encontrarse saturados.
Hoy, se ordenó el desalojo de 96 retornados entre los que había, hombres, mujeres y niños de diferentes nacionalidades.
Los extranjeros se vieron desprotegidos por lo que solicitaron el apoyo a la Policía Estatal de Tamaulipas y Federal Preventiva para que los custodiaran en su peregrinar a albergues municipales y al no tener respuesta favorable dirigirse a la central camionera.
El grupo de migrantes tuvo que caminar una distancia de casi cuatro kilómetros, durante lapsos hicieron paradas ante las altas temperaturas que se están registrando en esa frontera.
Los niños fueron trepados a las patrullas para evitar cualquier contingencia en su salud, una vez en la terminal el grupo se vio obligado a pagar sus boletos, aunque por la situación económica algunos tuvieron que ser apoyados por los mismos oficiales.
A un mes de que Estados Unidos decidió implementar el programa de migrantes retornados, Nuevo Laredo ha recibido a más de 4 mil personas y desde el 6 de julio la federación los apoyo con el transporte para luego repentinamente quitárselos.
Agencias.