David Mejía Bravo, uno de los acusados en el caso del asesinato del periodista Carlos Domínguez, acusó este jueves a un funcionario estatal de ofrecerle dinero a cambio de declararse culpable, aseguró el abogado Gabriel Regino García Caso, que forma parte del equipo de defensores de los acusados.
“El señor David Mejía Bravo ha reconocido que Natanael Castelán Iturría, director del Sistema Acusatorio de la Fiscalía General del Estado en Tamaulipas, lo contrató para hacerse pasar como un autor material del terrible homicidio de Carlos Domínguez, a cambio de recibir un pago por 500 mil pesos”, señaló el defensor.
Luego del juicio oral que duró poco más de cinco horas, y en la que estuvieron presentes los cinco acusados del asesinato de Carlos Domínguez, ocurrido el 13 de enero del 2018, el abogado señaló que fue el propio acusado quien pidió el uso de la voz.
De acuerdo con el abogado, los 500 mil pesos ofrecidos a Mejía Bravo formaban parte de la recompensa de hasta dos millones de pesos que se ofreció para dar con el paradero de los responsables de dar muerte de 24 puñaladas al periodistas de 77 años, quien fue interceptado cuando transitaba en su vehículo, junto a su nuera y su nieto, en una avenida de Nuevo Laredo.
“El propio Mejía Bravo informó, al Tribunal de Enjuiciamiento, que él mismo dio los datos de su compañero, Adrián Montes, para que fueran dos las personas detenidas y que, con el paso del tiempo, y al no haberse cumplido el trato del pago de los 500 mil pesos, ni liberarlo en el plazo de los seis días que le habían dicho, ha decidido contar la verdad”, explicó.
El abogado defensor señaló que las declaraciones de su defendido ponen en evidencia una situación grave, “donde no solamente se han acusado a seis inocentes, sino que tres de ellos eran reporteros y uno murió siendo inocente en prisión”.
Por este caso, en marzo del 2018, fueron detenidos en Zacatecas David ‘N’ y Adrián ‘N’, acusados de ser quienes asesinaron al periodista, mientras que en Nuevo Laredo detuvieron a Rodolfo Jorge Alfredo ‘N’, Juan Jesús ‘N’, Luis Ignacio ‘N’ y Gabriel ‘N’, quienes fueron señalados de participar en la premeditación del homicidio. El primero es tío del exalcalde Carlos Cantú Rosas, y los tres últimos periodistas.
El pasado 14 de abril, Gabriel Garza Flores, internado en el penal de Nuevo Laredo, murió cuando era trasladado a un hospital para recibir atención médica; su esposa acusó de negligencia a las autoridades al asegurar que, aunque Gabriel dijo sentirse mal, permaneció sin atención médica y, varias horas después, cuando por fin fue trasladado a un hospital, ya había fallecido.
El día de mañana se programó la continuación de la audiencia del caso 31/2018, para continuar con el desahogo de testigos y pruebas ante un Tribunal de Enjuiciamiento, y se prevé que pueda durar varias semanas, antes de que se decrete un fallo.
“Es un juicio que puede durar varias semanas, pero tenemos la certeza de la imparcialidad del tribunal superior del estado”, explicando que los acusados se sienten de buen ánimo ante las declaraciones de David Mejía.
“Lo tomaron con buen ánimo, están celebrando, aunque sea con una expresión de sonrisa en sus rostros, cuando escucharon como comenzaba a develarse la verdad, de cómo se fraguó toda esta infamia”, señaló.
Por último, solicitó a la Comisión Estatal y Nacional de Derechos Humanos la aplicación de medidas cautelares de extrema urgencia, para preservar la integridad de Mejía Bravo y los demás coacusados.
El Financiero