Entregar en forma directa los recursos para la rehabilitación y mejoramiento de las escuelas es una medida que podría no funcionar, advirtió Leopoldo García López.
Esta modalidad, que el presidente López Obrador está implementado, tiene como fin eliminar trámites burocráticos de las dependencias de gobierno y garantizar que el dinero llegue completo y más rápido a las escuelas.
Sin embargo, el Presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia (FENAPAF) opinó que lamentablemente en muchos planteles existe un contubernio entre integrantes de las mesas directivas y directores y esa relación no garantiza que se cumpla con ese propósito.
Argumentó que esa relación de complicidad está presente en muchas instituciones educativas y la mejor prueba de ello son las famosas cuotas y las cooperativas escolares en donde se generan muchos millones de pesos sin que realmente haya una fiscalización ni rendición de cuentas.
En este punto, Leopoldo García López resaltó que esta añeja problemática habla de que no hay una independencia de los padres de familia hacia los maestros o directores en un asunto que debe ser exclusivo de los primeros: con estos antecedentes la propuesta presidencial en este rubro puede fracasar, insistió.
Reiteró que aunque la medida es buena porque antes las escuelas recibían solo un pequeño porcentaje de los recursos enviados por el gobierno además de que tardaba mucho tiempo en llegar y por lo mismo no se cumplían los objetivos propuestos, lo primero que se tendría que hacer es trabajar mucho en impulsar la participación social
Agregó que para que realmente los padres de familia se empoderen, se organicen y sean capaces de tomar las decisiones adecuadas, sobre todo lo que tiene que ver con el manejo de los recursos aplicados en las mejoras de los planteles, se necesita primero despertar su interés, motivarlos a que asistan a las reuniones escolares y que participen, propongan o sugieran así como también digan en lo que no están de acuerdo.