Tess Thompson Talley —la cazadora estadounidense que fue ampliamente criticada después de que sus fotos con una rara jirafa cazada en Sudáfrica se volvieran virales hace un año— ha declarado este viernes en una entrevista a la CBS que no se arrepiente de haber matado a este y muchos otros animales y se siente orgullosa de haberlo hecho.
«¡[Los animales] fueron puestos allí para nosotros, […] los comemos!», sostuvo esta mujer, de 38 años, que defendió su amor por la caza.
En cuanto al destino de la jirafa que mató en el 2017 durante su viaje a Sudáfrica, la cazadora se rio: «¡Estaba deliciosa!» Además, las imágenes captadas en la casa de Talley mostraron un estuche de armas hecho con la piel de dicha jirafa.
«¡Esta es una parte de la jirafa negra que disparé, algo que podría llevar conmigo y tener durante mis cacerías!», describió el artículo. «También tengo cojines decorativos hechos de ella, y todo el mundo los ama», añadió con entusiasmo.
Durante la entrevista Talley insistió en que sus viajes de caza eran realmente útiles para el reino animal, en lugar de perjudiciales. «Estamos preservando […] estamos manejando manadas, estamos manejando números de vida silvestre», justificó.
«Estoy orgullosa de ser una cazadora, estoy orgullosa de cazar y estoy orgullosa de [matar] a esa jirafa», concluyó la mujer, que recibió amenazas de muerte en línea por ser cazadora.
Cómo empezó
El nombre de Tess Thompson Talley, la cazadora, en el 2018 se convirtió en una etiqueta en Facebook, Instagram y Twitter, donde cientos de internautas arremetían contra ella porque había matado a una aparentemente rara jirafa negra.
La caza que le dio tan controvertida fama tuvo lugar en las sabanas de Sudáfrica en el 2017 y fue totalmente legal. En aquel entonces, ella misma publicó en Facebook algunas imágenes con la jirafa matada, pero pasaron inadvertidas para la Red.
No obstante, dentro de un año de la publicación las imágenes se volvieron virales y ante la creciente ola de críticas y desaprobación, la cazadora explicó que el animal eliminado pertenecía a una subespecie en expansión y que su creciente población había sido posible gracias a «los cazadores y los esfuerzos de conservación pagados en gran parte por la caza mayor».
Se retractó del calificativo de «rara» con respecto a la jirafa, que acompañaba su publicación inicial, y dijo que se refería solo a la pinta del animal cazado: «La raza no es rara de ninguna otra manera que no sea por muy vieja. Las jirafas se vuelven más oscuras con la edad». Otro argumento fue que el mamifero en cuestión, con una edad de 18 años, ya no podía procrear.
La tormenta en las redes sociales llegó a calificar a Thompson Talley y su comportamiento como «en parte neanderthal». En opinión de la actriz Debra Messing, premio Emmy, la mujer de Kentucky «es una asesina egoísta, desalmada, vil, amoral, repugnante» por fotografiarse junto al animal muerto. La cazadora recibió varias amenazas de muerte. Además, tacharon de estupidez tanto la caza como las leyes de Sudáfrica que se lo permitieron.