El reconocido comediante Germán Ortega, integrante del dúo «Los Mascabrothers», compartió recientemente un desafortunado episodio que vivió relacionado con un fraude. Según lo relatado durante una entrevista para el programa «Ventaneando», Ortega fue estafado por una empresa de remodelaciones, a la cual había confiado la tarea de renovar su cocina.
Este incidente le ocasionó una pérdida económica de 230 mil pesos, ya que el trabajo nunca se llevó a cabo.
La empresa en cuestión, identificada como Iconic Kitchen, fue contactada por el comediante a través de Instagram.
Germán Ortega explicó que el acuerdo inicial parecía confiable. Tras intercambiar mensajes y recibir propuestas de diseño para la remodelación de su cocina, procedió a realizar los pagos requeridos por adelantado. No obstante, cuando llegó la fecha acordada para comenzar con las obras en octubre se le informó que no podían atender el proyecto debido a problemas de salud.
Aunque inicialmente el comediante mostró comprensión ante esta situación, el panorama empeoró cuando dejaron de responderle y, finalmente, los responsables de Iconic Kitchen desaparecieron por completo.
«230 mil pesos, no me llaman, y se desaparecieron. Podemos hablar de que están pasando cosas en el mundo, son tragedias realmente, lo mío no es una tragedia, pero tampoco es para que me sienta a reírme y decir: ‘Ay, me acaban de robar 230 mil pesos’», expresó Ortega.
El comediante reconoció que pudo haber tomado mayores precauciones antes de realizar el trato con la empresa. En sus declaraciones, admitió sentirse decepcionado y con una gran impotencia al darse cuenta de que fue víctima de una estafa.
«Es error mío, pero es una impotencia porque a lo mejor yo le debí haber pedido su INE y todo, me confié y esta es la triste historia. Este señor ha estafado a otra gente», comentó.
A pesar de lo sucedido, Germán Ortega ve este caso como una lección que quiere compartir con la audiencia para evitar que otras personas pasen por una experiencia similar.
Además, solicitó el apoyo de los medios de comunicación para localizar al responsable y tratar de recuperar su dinero.
«Yo los contacté por Instagram para la remodelación. Me hizo el diseño, midió la cocina y todo, me pidió adelanto, le fui abonando para el material», relató, evidenciando cómo fue ganándose la confianza de la empresa hasta que todo derivó en el fraude.
