La Fiscalía federal de Estados Unidos acusó hoy al exsecretario mexicano de Seguridad Pública Genaro García Luna de traicionar a México y a Estados Unidos al colaborar con el cartel de Sinaloa, en el comienzo de las vistas en el juicio contra él por narcotráfico en un tribunal neoyorquino.
A la fiscalía le respondió el abogado de García Luna con el argumento de que el gobierno estadounidense no tiene pruebas «objetivas» contra el acusado.
Durante esta primera vista, García Luna lanzó en varias ocasiones besos a su esposa y a su hija, presentes en la sala del Tribunal Federal del Distrito Este, en Manhattan.
César de Castro, abogado de García Luna, mostró en dos momentos distintos fotografías de García Luna junto a varios dirigentes de Estados Unidos, entre ellos el entonces presidente Barak Obama -al que estrechaba la mano- y su secretaria de Estado Hillary Clinton, así como del senador John MacCain.
En su alegato inicial la Fiscalía insistió en que el exsecretario de Seguridad Pública -máximo responsable político mexicano juzgado nunca en Estados Unidos- recibió sobornos de los narcotraficantes a cambio de ayudarles en su negocio.
Sin embargo, la defensa asegura que la FIscalía no tienen fotografías, documentos ni grabaciones que puedan respaldar sus acusaciones e insistió en que todo se basa en rumores y especulaciones de criminales, muchos de los cuales, según De Castro, fueron encarcelados en la época en la que García Luna fue responsable.
El responsable de seguridad de México durante la era del presidente Felipe Calderón (2006-2012) está imputado por cinco delitos, cuatro de ellos relacionados con el narcotráfico: participar en una empresa criminal, conspiración para la distribución internacional de cocaína, conspiración para la distribución y posesión de cocaína y conspiración para la importación de cocaína.
El quinto delito que se le imputa es el de supuestamente prestar falso testimonio a las autoridades estadounidenses.