Tras siete años de haber sido extraditado y seis de lograr un acuerdo para convertirse en testigo colaborador, el narcotraficante Édgar Valdez Villarreal, «La Barbie», salió de la Penitenciaría Federal de Coleman II, en el condado de Sumter, Florida.
Los registros de la Oficina Federal de Prisiones de Estados Unidos (BOP) señalan que el operador de los Beltrán Leyva ya no está bajo su custodia, pese a que su condena de 49 años de prisión la acabaría de cumplir hasta el 27 de julio del año 2056.
Aunque las reglas de extradición prevén entregas diferidas, para que un presunto delincuente sea juzgado en ambos países, una vez que abandonó la cárcel, Estados Unidos no devolvió a Valdez a México para que continuara con al menos 4 juicios que dejó pendientes y sin sentencia.
El traficante de drogas fue detenido el 30 de agosto de 2010 por la Policía Federal en una casa de campo en el Estado de México y permaneció preso en el Penal del Altiplano hasta el 30 de septiembre de 2015, cuando lo extraditaron a Estados Unidos.
Al momento de su entrega, el texano tenía en curso los procesos penales 61/2010 y 44/2012 del Juzgado Tercero de Distrito en Procesos Penales Federales de Toluca, por delincuencia organizada y delitos contra la salud en la modalidad de fomento, respectivamente.
También el juicio 133/2010 del Juzgado Sexto de Distrito en Procesos Penales Federales de Toluca, por delitos contra la salud y delincuencia organizada, y en el proceso 57/2005 del Juzgado Tercero de Distrito de Acapulco, por delincuencia organizada y secuestro.
De hecho, uno de los procesos que tiene pendiente en la capital mexiquense es el caso por el que fueron encarcelados los Generales Tomás Ángeles Dauahare, Ricardo Escorcia Vargas y Roberto Dawe González, así como el Teniente Coronel Silvio Hernández Soto, por presuntamente proteger a los Beltrán Leyva.
Los militares fueron detenidos en mayo de 2012 y liberados en abril de 2013, luego de que al finalizar el proceso la entonces PGR entregara conclusiones no acusatorias, al no hallar evidencias contra los acusados.
Desde su llegada a la Unión Americana, la estrategia de Valdez fue buscar un arreglo con las autoridades estadounidenses para librar en la medida de lo posible las altas penalidades de sus cargos criminales.
Y todo parece ser que lo logró muy pronto, porque en febrero de 2016, el Departamento de Justicia presentó ante la Corte Federal del Distrito de Columbia, en Washington, una lista de 11 testigos colaboradores en el juicio contra Alfredo Beltrán Leyva, «El Mochomo».
Uno de los principales era precisamente el oriundo de Laredo, Texas, de 49 años de edad y cuyo paradero hoy se desconoce.
En junio de 2018 «La Barbie» se declaró culpable de 5 cargos y consiguió una sentencia de 49 años con un mes de cárcel, por tráfico de cocaína y lavado de dinero.
En entonces, estaba preso en la Correccional Federal de Fort Dix, en Nueva Jersey. Tiempo después, sería transferido a la Penitenciaría de Florida de la que salió recientemente.
Antes de ser entregado a los estadounidenses, en noviembre de 2012, «La Barbie» dio a conocer una carta en la que afirmó que desde el 2002 pagaba sobornos a Genaro García Luna, entonces titular de la Agencia Federal de Investigación y luego secretario de Seguridad Pública Federal, para que protegiera a los Beltrán Leyva.
También acusó a otros integrantes del primer círculo de García Luna, como el hoy preso Luis Cárdenas Palomino; el prófugo Ramón Eduardo Pequeño García; así como a Edgar Eusebio Millán Gómez e Igor Labastida Calderón, ambos ejecutados; y Armando Espinosa de Benito, Francisco Javier Garza Palacios y Facundo Rosas Rosas y Gerardo Garay Cadena.
No está claro si el acuerdo entre Valdez y el Departamento de Justicia también incluye testificar contra García Luna, hoy preso en Nueva York, acusado de narcotráfico. El juicio contra el ex mando policiaco iniciará el próximo 17 de enero.