Sandy y Muick, los perros corgis de la reina Isabel ya la extrañan, señaló su antiguo entrenador, Roger Mugford.
“Los perros son muy perceptivos de los cambios en sus dueños. Estoy seguro de que sabían que su majestad estaba en declive y la habrán extrañado”, declaró Mugford en entrevista con ETOnline.
El entrenador canino consideró como “encantador” que Sandy y Muick, esperaron fuera del castillo de Windsor el día del funeral de la reina mientras se realizaba la procesión.
Mugford también recordó que ambos perros estuvieron con la reina en los últimos años de su vida y supuso que habría encontrado un “gran consuelo” en ellos.
“Fue tan encantador que, en sus últimos años, tuviera dos pequeños corgis y otros perros a su alrededor. Porque no hay duda de que cualquiera de nosotros, en cualquier etapa de nuestra vida, pero particularmente cuando nuestra vida se siente como si estuviera en declive y estresante… poder alcanzar y acariciar y ser amado por un admirador acrítico, que es un perro, es un gran consuelo”, agregó.
La difunta monarca, que falleció a la edad de 96 años el 8 de septiembre después de un reinado récord de 70 años, crió 10 generaciones de perros de esta raza, luego de recibir un Pembroke Corgi llamado Susan a la edad de 18 años.
Estos perros se convirtieron junto a sus sombreros en una de las señas de identidad más reconocibles de la difunta reina.
Ahora los duques de York, el príncipe Andrés, y su exesposa, Sarah Ferguson, se harán cargo de los dos perros corgis.