En la mexicana Ciudad Juárez, miles de migrantes tienen alegría y esperanza de poder cruzar hacia Estados Unidos ante la reciente cancelación del Programa de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés), también conocido como “Quédate en México”.
El expresidente de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021) instauró este programa a principios de 2019, obligando a que los extranjeros que llegaban a la frontera pidiendo asilo aguardaran el curso de sus trámites en territorio mexicano.
A pesar de esta medida para evitar el incremento del flujo migratorio en el país estadounidense continúa agravándose la situación.
Como ejemplo, hace unos días, los ojos del mundo fueron puestos en San Antonio, Texas, ya que un tráiler fue abandonado con 67 migrantes al interior. Más de 50 murieron, de ellos 27 eran de nacionalidad mexicana.
Uno de los indocumentados que viven con esperanza de lograr su meta es María de Monserrat, originaria del sureño estado de Oaxaca. Ella lleva ocho meses con su familia en el albergue la Casa del Migrante.
Ella declaró a Efe: “Estamos contentos por esto que ya se quitó el MPP, somos familias completas y sería mejor que nos ayuden a cruzar a todos los migrantes, cada uno de nosotros tenemos un caso específico por el que cruzar a Estados Unidos”.
Aseguró que ella y los miembros de su familia se encuentran desesperados, ya que se les están acabando los recursos económicos.
“Vengo huyendo de Oaxaca con mis hijos, por el narcotráfico que hay allá, la situación que vivimos es muy difícil”, concluyó.
Otro caso es el de Neri Felipe Roligan, originario de Nicaragua. “Voy a cumplir 3 meses en México, estoy alegre porque este presidente de Estados Unidos (Joe Biden) tomó esta decisión”, compartió.
Anteriormente, cruzó a Estados Unidos y fue retornado por el programa MPP y ahora con esta medida, tiene fe de poder lograr su meta.
Un ejemplo más, es el de Pedro Antonio Gómez Pineda, procedente también de Nicaragua, quien señaló a Efe que tal vez con la supresión todo vaya más rápido.
“Es duro acá, gracias a Dios que ya lo quitaron porque nos va a ayudar en mucho. Dios les siga tocando el corazón para que todo salga bien y podamos sacar a nuestras familias adelante”.
Narró que el próximo 7 de julio tiene cita con las autoridades migratorias para poder cruzar y espera poder ir con su padre que lo espera en el territorio estadounidense.