Las palabras dichas por el canciller Marcelo Ebrard de la búsqueda de una posible sede para México para los Juegos Olímpicos de 2036 no solo requieren buena voluntad, sino de una importante organización, un plan económico de miles de millones de dólares y, sobre todo, sobrepasar el estricto proceso de selección modificado para evitar los cuestionamientos de los años pasados sobre los precios multimillonarios requeridos para dos semanas de competencia.
El Comité Olímpico Internacional (COI) espera reducir considerablemente los costos vistos hasta Tokio 2020 en una forma de mejorar la imagen de los Juegos Olímpicos y su precio para la sede que cambia cada cuatro años, un tema que se ha vuelto controvertido por la deuda generada.
Los costos de organizar el evento que más deportistas de diversos países reúne en una misma sedeha ido en aumento durante el paso del tiempo, una situación que llevó a algunas ciudades a endeudarse por mucho tiempo provocando un malestar y queja sobre el movimiento olímpico.
El caso más recordado es el de Montreal 1976, una edición que dejó a sus habitantes endeudados por varias décadas por préstamos a largo plazo y un estadio olímpico que hoy se mantiene como un monumento en la ciudad, pero poco funcional, por un costo original de 145 millones de dólares de la época, pero que a la larga por conceptos de deuda y mantenimiento se extendió hasta mil 200 millones de dólares.
Los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 también estuvieron en la polémica. El costo inicial de 4 mil 600 millones de euros parecían algo alcanzable en un momento donde la economía de esa nación estaba en auge, pero pasó a los siete mil millones, casi el doble de lo prometido.
Estos números y otros problemas financieros fueron parte de los encubrimientos económicos que encontró el Fondo Monetario Internacional al aplicar una auditoria y que ayudaron a la crisis griega que los llevó a un rescate financiero a finales de la primera década del siglo.
Tokio 2020 tuvo un costo aproximado de 15 mil 400 millones de dólares, una cifra que se vio afectada en las ganancias por la ausencia de público en las competencias disputadas en 2021 ante la aparición de la pandemia de covid-19. Esta cantidad fue un 22 por ciento mayor al presupuesto de 12 mil 600 millones de dólares informado en 2019 antes de que el virus obligara a pagar costos adicionales por retrasar la justa olímpica un año.
Las cifras lucen prohibitivas y han generado polémica en diversos países por lo que representa esta cantidad de dinero y sus posibles uso en otros sectores prioritarios. Esto ha llevado a que algunas candidaturas se cayeran en última instancia dejando un mal sabor de boca al COI.