Para expandir su control en Michoacán, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) está usando, además de drones cada vez más sofisticados, a pobladores que actúen como escudos humanos contra el Ejército.
El grupo ha comenzado a organizar gente de la Tierra Caliente de Michoacán, entre ellos de Aguililla, para evitar el embate de los militares, que ahora sólo tratan de mantener separados a los cárteles rivales.
«Si ellos (Ejército) entran otra vez, ponemos 2 mil personas aquí para pararlos», dijo a AP Habacuc Solórzano, un agricultor de 39 años que lidera el movimiento civil asociado con el cártel.
Su declaración, como la mayoría de las que surgen por parte del cártel, no es mera jactancia.
De acuerdo con la agencia de noticias, la semana pasada, el CJNG ya tenía a unos 500 pobladores de Aguililla marchando para enfrentarse a un escuadrón militar que bloquea un camino sin pavimentar, que sale del territorio dominado por el cártel.
En este Municipio, las fuerzas armadas sólo se han dedicado a separar al CJNG de Los Viagras, el grupo rival que ha colocado barricadas y retenes que han bloqueado todo el comercio con Aguililla.
Los limones y el ganado que salen, o los suministros que llegan, deben pagar un impuesto de guerra a Los Viagras.
«¡Preferimos que nos maten ustedes a que nos maten los criminales!», gritó un manifestante a los soldados durante un tenso enfrentamiento de una hora entre personas que protestaban y una docena de militares que se resguardaron detrás de una barricada de llantas. Muchos de los manifestantes llevaban piedras y hondas, pero no las usaban, de acuerdo con AP.
Los habitantes quieren que el Ejército luche contra ambos cárteles, o al menos que deje que las dos organizaciones criminales se enfrenten.
«Que dejen que los cárteles se maten solos», gritó otro manifestante. »¡El cártel Jalisco va a topar con todos!».