Damnificados por la explosión de un gasoducto en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan, en el estado Puebla, se encuentran durmiendo en la calle para evitar la rapiña en sus domicilios.
Pese a que hay albergues habilitados para que pasen la noche, los habitantes de la zona que resultaron afectados prefieren dormir afuera de lo que quedó de su domicilio, para evitar que se roben lo que queda de sus pertenencias.
«Aquí están saqueando las casas, aquí, la verdad, San Pablo ya está horrible. Vea usted, ni el propio presidente (auxiliar) de San Pablo que se supone hizo sus campañas para que votáramos por él, ¿dónde está?, ¿dónde está el gobernador? San Pablo está olvidado”, expresó un pobladora a El Universal.
En la madrugada de este domingo 31 de octubre se registraron tres explosiones de gran magnitud en San Pablo Xochimehuacan, que ocasionaron de forma inicial lesiones a 17 personas y graves destrozos en más de 50 viviendas.
De las 17 personas heridas, tres ya fueron dadas de alta y 14 personas más permanecen hospitalizadas, cinco de ellas muy graves.
Durante los hechos se evacuaron dos mil personas de las cuales más de cien se mantienen en albergues habilitados.
El lunes comenzaron los trabajos de levantamiento de escombros en la zona cero del accidente y arrancaron las investigaciones correspondientes.
Además, el Gobierno de Puebla decretó dos días de luto por el siniestro.
“Tomé la decisión que tengamos en el gobierno dos días de luto por esta tragedia y moños negros en todas las oficinas de gobierno por el mes de noviembre y un gran repudio a la delincuencia, al crimen organizado, a este desorden que nos está llevando a condiciones muy complicadas como sociedad”, detalló el gobernador Miguel Barbosa.