México no quedó exento de los abusos sexuales a menores perpetrados por religiosos en el seno de la Iglesia, un «instrumento de Satán» que el papa Francisco se comprometió a combatir.
La Iglesia católica ha enfrentado varios escándalos de pederastia en México durante los últimos años, aunque el más grande es el de los Legionarios de Cristo.
Según un informe actualizado hasta marzo pasado, los Legionarios reconocen que 170 menores fueron víctimas de abusos sexuales cometidos por 27 sacerdotes entre 1941 y 2019. En su gran mayoría se trataba de hombres adolescentes de entre 11 y 16 años.
De esos 27 sacerdotes, tres fallecieron sin ser juzgados, dos han sido condenados en el fuero penal. El resto no han sido procesados por diversos motivos, entre otros los plazos de prescripción.
En el ámbito eclesiástico, de los 27 sacerdotes dos fallecieron sin ser juzgados, 16 fueron sancionados, ocho están en un procedimiento canónico y uno recibió la dispensa del ministerio sin juicio.