Los bombardeos y ataques con drones de Estados Unidos como parte de su guerra contra el terrorismo, iniciada después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, han matado entre 22 mil y 48 mil civiles, de acuerdo con un nuevo análisis.
El nuevo reporte de Airwars, grupo de monitoreo de daño a civiles en guerra, está basado en los 91 mil 340 ataques aéreos reconocidos por Estados Unidos y llega antes de que se cumplan 20 años de los atentados y luego de que el Presidente Joe Biden retirara las tropas de Afganistán, poniendo fin a la guerra.
Los ataques, detalló Airwars, incluyen acciones contra grupos terroristas como Al Qaeda y el Estado Islámico, en Siria, Irak, Afganistán, Yemen, Libia, Somalia y Pakistán.
«Basándonos en nuestra revisión exhaustiva de fuentes creíbles, encontramos que al menos 22 mil 679 civiles probablemente fueron asesinados directamente por los ataques estadounidenses desde el 11 de septiembre, con ese número potencialmente tan alto como 48 mil 308», calculó el análisis.
Según el grupo, el año más mortal en las dos décadas de guerra fue 2003, cuando se reportaron un mínimo de 5 mil 529 muertes civiles, casi todas durante la invasión de Irak en ese año.
Sin embargo, tomando en cuenta las estimaciones máximas, 2017 podría ser el año más mortífero, con hasta 19 mil 623 civiles muertos en la campaña de bombardeos contra el Estados Islámico.
El análisis de Airwars ofrece un desglose enfocado solamente en los ataques aéreos de los más de 387 mil civiles asesinados en el conflicto por todas las partes, según el Proyecto Costos de la Guerra de la Universidad de Brown.
Estados Unidos y sus aliados han insistido constantemente que sus ataques aéreos son localizados para evitar bajas civiles. Un reciente ataque con drones que mató a combatientes del Estado Islámico en respuesta aun atentado suicida en el aeropuerto de Kabul, mató a una familia de diez personas.