Las fuerzas estadounidenses pidieron este viernes a los medios afganos que eviten ir al aeropuerto de Kabul debido a las «amenazas activas» que persisten en la zona tras los atentados suicidas que se produjeron ayer en las cercanías del aeródromo, que dejaron al menos 95 muertos y 150 heridos.
«Pedimos a todos nuestros amigos de los medios de comunicación afganos que por el momento eviten el aeropuerto de Kabul. Hay amenazas activas y la situación actualmente no es segura», dijeron a Efe fuentes de las tropas estadounidenses.
Ante el riesgo de que puedan aumentar los ataques en la zona, los talibanes bloquearon el acceso a las carreteras que llevan al aeropuerto de la capital afgana.
Varias imágenes muestran a los combatientes controlando el tráfico en las inmediaciones del aeródromo de la capital afgana y parando a viandantes que se acercaban a los alrededores.
El doble ataque suicida del ayer, en el que perdieron la vida al menos 95 personas y otras 150 resultaron heridas, ha motivado que varios países, entre los que se encuentran Australia, Alemania, Francia y España, dieran por concluidas sus operaciones de evacuación en Kabul, que tenían previstas finalizar el próximo 31 de agosto.
El portavoz de la oficina política de los talibanes, Suhail Shaheen, insistió este viernes en que la gente que no haya podido salir en alguno de esos vuelos de evacuación no deberá preocuparse, porque «todos los afganos con documentos legales podrán viajar al extranjero» en vuelos comerciales después de dicha fecha.
Esta garantía fue dada una vez más por el director adjunto de la oficina política del movimiento insurgente en Catar, M. Abbas Stanikzai, tras una reunión con el embajador francés, Francois Richier, añadió el portavoz.
La mayoría de los fallecidos en los ataques, que horas más tarde fueron reivindicados por la rama local del grupo yihadista Estado Islámico (EI), fueron civiles que trataban de llegar al aeródromo de la capital afgana para huir del país en un vuelo de evacuación internacional.
A lo largo de la jornada se pudieron ver imágenes de familiares llorando junto a los cadáveres de las víctimas del ataque, que se encontraban tendidos en el exterior de los hospitales para poder ser identificados.
Después de que los talibanes tomasen el poder Afganistán el pasado 15 de agosto, miles de afganos se han concentrado en las puertas del aeropuerto de Kabul para tratar de subir a un avión, convirtiéndose en un blanco fácil.
De hecho, Washington ya había alertado días atrás de la posibilidad de atentados en el aeródromo de la capital afgana.
Se trata del primer ataque de este tipo desde la victoria de los talibanes, pese a los rigurosos controles de seguridad de los islamistas en toda la ciudad.