El Gobierno afgano declarará un toque de queda nocturno en casi todas las ciudades para evitar la infiltración de talibanes en las zonas urbanas, tras unaumento sin precedentes de la violencia de los insurgentes en el país, informaron hoy fuentes oficiales.
Según las instrucciones del presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, se implementará un toque de queda «como parte de un amplio plan de seguridad», explicó a Efe Mirwais Stanekzai, portavoz del Ministerio del Interior, sin precisar a partir de cuándo entrará en vigor el régimen.
La decisión tiene como objetivo evitar el aumento de las actividades destructivas de los talibanes en las principales áreas urbanas, después de que estos aumentaran rápidamente sus ganancias territoriales y arrastraran los combates hasta las puertas de varias capitales de provincia en los últimos meses.
Con esto, se “restringirá la circulación de personas durante la noche desde las 22.00 hasta las 04.00 horas”, el periodo en el que se llevan a cabo la mayor parte de las operaciones de los insurgentes, dijo a Efe Ahmad Zia, portavoz adjunto del Ministerio del Interior.
La medida, muy inusual en el país, pretende «mejorar la seguridad y evitar víctimas civiles» durante las operaciones de las fuerzas de seguridad afganas en la lucha contra los talibanes.
Hamid Roshan, también portavoz del Ministerio del Interior, explicó a Efe que “el toque de queda se impondrá en 31 de las 34 provincias” del país, excluyendo solo las de Kabul, Panshir y Nangarhar, que se encuentran relativamente tranquilas.
«La decisión no es permanente, es temporal, y estará vigente hasta que se eliminen las amenazas a la seguridad y se resuelvan los problemas», aclaró.
El toque de queda nocturno fue una medida común en las principales ciudades durante el Gobierno afgano respaldado por los soviéticos en la década de 1980, pero esta es la primera vez en las últimas dos décadas que Kabul declara una restricción de este tipo.
El aumento de la violencia coincide con el comienzo de la fase final de retirada de las tropas de EEUU y la OTAN, el pasado 1 de mayo pasado, tras 20 años combatiendo la insurgencia y dejando una guerra sin concluir.
Los talibanes aprovecharon la retirada de las fuerzas americanas para aumentar su ofensiva y lograr el control de 125 distritos del país, algo inédito en dos décadas de conflicto.
En las últimas 24 horas, hubo intensos combates en 13 de las 34 provincias afganas, durante los cuales 264 combatientes talibanes murieron y unos 176 resultaron heridos, según el parte diario del Ministerio de Defensa afgano.