El número de personas que murieron de hambre en el mundo se multiplicó por seisen el último año, superando a los decesos por covid-19, revela un nuevo informe de la ONG Oxfam publicado este viernes, que enumera a la guerra, la pandemia y el cambio climático como las principales causas de la crisis.
El informe, titulado ‘El virus del hambre se multiplica’, señala que hasta 11 personas mueren cada minuto de hambre y desnutrición, en comparación con unas siete personas que fallecen cada minuto a causa de coronavirus.
Oxfam cifra en 155 millones las personas en todo el mundo —20 millones más que el año pasado— que viven actualmente en niveles de crisis de inseguridad alimentaria o peor.
Causas principales
La guerra y los conflictos siguen siendo la principal causa de esta crisis, siendo responsables de dos tercios de las muertes relacionadas con el hambre. La ONG nombra a países devastados por la guerra como Afganistán, Etiopía, Sudán del Sur, Siria y Yemen entre los peores puntos de desnutrición del mundo.
Por otro lado, la pandemia y los choques económicos que ha causado, así como la escalada de la crisis climática, han llevado a decenas de millones de personas al hambre, indican los autores del documento. A esto hay que sumarle que los precios mundiales de los alimentos también se han disparado en un 40 %, el aumento más alto en más de diez años.
Más allá de los países afectados por conflictos, la inseguridad alimentaria se ha intensificado en lo que la organización benéfica describió como «epicentros emergentes del hambre», como la India, Sudáfrica y Brasil, algunos de los países más afectados por la pandemia de covid-19. Sin embargo, incluso naciones con sistemas alimentarios relativamente resistentes, como EE.UU., se han visto afectadas por la pandemia y los recientes choques climáticos, señala el informe.
«Lo peor aún está por llegar»
Los grupos vulnerables, como las mujeres, las personas desplazadas y los trabajadores informales, son los más afectados por la crisis.
Este aumento de las muertes relacionadas con el hambre se produjo en un año en el que el gasto militar mundial aumentó en 51.000 millones de dólares, lo suficiente para cubrir seis veces y media lo que Naciones Unidas calcula que necesita para combatir el hambre. Mientras tanto, la riqueza de las diez personas más ricas del mundo aumentó en 413.000 millones de dólares el año pasado, 11 veces el costo estimado por la ONU para garantizar la asistencia humanitaria mundial.
«Lo peor aún está por llegar, a menos que los gobiernos aborden urgentemente la inseguridad alimentaria y sus causas fundamentales», alerta Oxfam.