Las consecuencias del calentamiento global ya son latentes en muchas partes del mundo y los pronósticos es que las cosas empeoren. John Kerry, funcionario estadounidense especializado en temas ambientales, sostuvo que el mundo debe adoptar una “mentalidad de guerra” para afrontar el reto que supone el cambio climático.
“No podemos permitirnos el lujo de tener 10 años de pleitos y pretender que vamos a tratar este asunto, simplemente no va a suceder”, mencionó. Además, expuso que para lograr los compromisos climáticos, el mundo necesitaría desplegar el mayor campo solar del mundo cada día durante los próximos 10 años. “¿Lo estamos haciendo? Ni siquiera estamos cerca”, dijo Kerry.
Y es que muchos científicos exponen que lo peor está por llegar en las próximas décadas, otros sostienen lo mismo, pero según sus análisis, los cambios catastróficos ya están ocurriendo y no habrá forma de revertirlos si no se actúa de manera drástica y cuanto antes.
Los primeros síntomas del cambio climático
Un estudio realizado por la Universidad de Leeds, en Reino Unido advierte que grandes áreas en la parte oriental del Amazonas se enfrentan a una severa sequía a finales de siglo, lo cual afectará a Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Venezuela, Guyana Francesa y Surinam.
El documento sostiene que la situación empeoraría debido a que no se han tomado medidas factibles para frenar las emisiones de dióxido de carbono provocando un efecto invernadero, esto desataría más sequías durante la estación más seca del Amazonas, ocasionando uno de los problemas más grandes de la selva tropical, los incendios forestales, falta de comida y más contaminación.
Pero lo grave es que en la actualidad Brasil atraviesa la peor sequía de los últimos 100 años. Además, en Argentina el cambio climático tiene un severo impacto económico con consecuencias tales como el crecimiento de la pobreza y la pérdida de calidad de vida en los sectores más vulnerables afectados por inundaciones y sequías, eventos extremos que se duplicaron en el país durante los últimos 40 años. Incluso en México hay en ciertos estados, afectando la producción de comida.
Estos fenómenos se replicarían en varios países de América, causando migraciones y más problemas sociales. Los expertos sostienen que no son eventos por llegar, sino que ya están pasando, por lo que urgen a los gobiernos a tener mayor consciencia y actuar a la brevedad.