Algunos colegios dieron el paso y aprovecharon la reapertura autorizada por el Estado para regresar de manera presencial los últimos días del ciclo escolar.
El Montessori Sierra Madre permitió ayer actividades híbridas, las cuales continuarán hasta el último día de clases, el 9 de julio, contó una madre de familia.
«Estoy orgullosa de mi colegio», expresó.
Otros colegios abrirán en los próximos días.
El Colegio Nouveau dijo que abrirá cursos de verano, y el Necali mañana.
En Apodaca, el Colegio Hanneman abrió desde el lunes a una cantidad reducida de estudiantes, apenas unas decenas distribuidos en diferentes grupos, de los 900 que integran su matrícula. Ayer, cada maestro atendía presencialmente a un máximo de cinco alumnos mientras que el resto se conectaba por Zoom.
Durante estos días, dijo la directora, Martha Laura Carrillo, se aplicarán exámenes finales.
Aunque todo fue confusión cuando la semana pasada la Secretaria de Educación, María de los Ángeles Errisúriz, anunció que se podía regresar de manera híbrida y escalonada a las aulas de las escuelas particulares, ella inmediatamente solicitó la autorización.
«En una pantalla estaba viendo la reunión por Zoom (de Errisúriz dando el anuncio a los directores) y en la otra estaba redactando mi oficio para que nos permitieran abrir las aulas», contó.
«Es una maravilla lo que estamos haciendo».
Al estar ya cerca de su cierre de año escolar, o incluso ya haber terminado clases, la mayoría de los colegios decidió no reabrir en este momento y hacerlo hasta el próximo ciclo escolar.
Para Ariel, un chico de tercero de secundaria, era importante el poder regresar a su escuela antes de graduarse para dirigirse a la prepa. Por lo menos a despedirse. Se encontró con una realidad totalmente distinta a la que vivió hace 15 meses cuando fue su último día de clases presencial.
«Aquel día nos dijimos, ‘que tengan buen puente’, y ya no regresamos», recordó el estudiante.
Ahora, para llegar a su salón de clases los estudiantes deben pasar por cuatro filtros de sanitización, quitarse los zapatos al ingresar al aula, y en el descanso no estar en grupos mayores de tres.
En el sistema escalonado, los alumnos asistirán voluntaria y presencialmente dos o tres días a la semana. Para Ariel, el de ayer fue su primer día de clases presencial después de mucho tiempo, y una tormenta estuvo a punto de estropearlo, contó.
Se arregló, preparó sus cosas y se subió al carro de su papá, quien lo llevó al colegio en medio de la tempestad que ayer muy temprano azotó la Ciudad.
«No afectó en nada la tormenta», contó la directora. «Lo único que hice fue dejar más tiempo abierto el portón, porque todos estaban atorados en el tráfico».
Como en cualquier otro día, antes de la pandemia.