El presidente de Chile, Sebastián Piñera, atraviesa, una vez más, un mal momento político. El lunes, el mandatario envió al Congreso su propio proyecto de ley para permitir el retiro anticipado de los fondos de pensiones de los chilenos, pero lo hizo luego de frenar una iniciativa similar de la oposición y aprobada la semana pasada en el Parlamento.
Esta actuación ha generado críticas y protestas en su contra y, además, ha llevado a pique su popularidad. Según una encuesta publicada el lunes por la empresa de investigación de mercados y opinión pública Cadem, la aprobación de Piñera llega solo a 9 %.
Una semana antes, la misma firma había publicado que la aprobación del mandatario era de 16 %; es decir, tuvo una caída de siete puntos porcentuales.
Las dos iniciativas
El viernes pasado, el Congreso aprobó un proyecto para autorizar un nuevo retiro anticipado de 10 % de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), el tercero en lo que va de la pandemia del coronavirus en el país suramericano —después del de julio y diciembre del año pasado—, justamente para hacer frente a la crisis sanitaria.
Sin embargo, su promulgación como ley aún no ha sido tramitada por el mandatario quien, además, presentó un requerimiento contra el proyecto ante el Tribunal Constitucional (TC), organismo que decidió este martes no acoger a trámite el recurso. Siete ministros votaron en contra y solo tres a favor de admitirlo.
Con esta decisión, el documento vuelve al presidente, quien deberá decidir si promulga o veta la iniciativa. En caso de vetarla, según la normativa chilena el proyecto deberá ser sometido nuevamente a votación en el Congreso y para convertirse en ley requerirá la aprobación de los dos tercios de ambas cámaras parlamentarias.
Hace dos días, sorpresivamente, después de negarse reiteradamente a un nuevo retiro de fondos argumentando que mermaba los ahorros futuros de los contribuyentes, Piñera anunció la presentación de su propio proyecto de ley. El lunes, el secretario general de la Presidencia, Juan José Ossa, informó que la iniciativa fue ingresada a la Cámara de Diputados del Congreso.
Entre estos dos proyectos, aunque hay diferencias, también existen similitudes. Estos son los principales ítems de ambos:
- Monto a retirar
Tanto la iniciativa parlamentaria como el proyecto presidencial permiten un retiro máximo de de 150 unidades de fomento (UF), unos 4,4 millones de pesos aproximadamente (unos 6.240 dólares); y como mínimo 35 UF, es decir, 1 millón de pesos aproximadamente (unos 1.418 dólares).
- Impuestos
La iniciativa parlamentaria no contempla el cobro de ningún tipo de impuestos; mientras que el proyecto de Piñera indica que pagarán tributo los cotizantes pertenecientes al 10 % de más altos ingresos.
- Reintegro de fondos
El proyecto despachado en el Congreso no establece un reintegro de los fondos, pero indica que los que realicen el retiro podrán aumentar, de manera voluntaria, un punto porcentual su cotización obligatoria, llegando a un 11 % de sus remuneraciones y rentas imponibles, por un período mínimo de un año.
La iniciativa del presidente establece, como medida para el reintegro de los fondos, un incremento de un 1 % la cotización mensual a cargo del empleador y el Estado otorgará otro 1 % (este se aportaría, incluso, a quienes no realicen el retiro).