Victoria Esperanza Salazar, una salvadoreña de 36 años, fue asesinada por policías mexicanos durante una brutal detención, de manera similar a como ocurrió el año pasado con el estadounidense George Floyd, en un caso que desató indignación mundial.
El crimen ocurrió el sábado por la tarde en la ciudad de Tulum, Quintana Roo, cuando cuatro policías detuvieron violentamente a Salazar en la calle sin que hasta ahora se hayan conocido los motivos. Los videos tomados por testigos muestran cómo la rodean, la tiran boca abajo al lado de una patrulla y la esposan, mientras Salazar grita, pide ayuda y levanta la cabeza para poder respirar.
Sin embargo, una agente se lo impide al poner su rodilla en el cuello de la víctima. Finalmente, el cuerpo queda inmóvil. Al darse cuenta, los efectivos lo levantan y lo meten a la parte trasera de otro vehículo policial.
En un comunicado publicado este lunes 29 de marzo, la Fiscalía General de Quintana Roo informó que la necropsia concluyó que la causa de muerte de Salazar fue una «fractura en la parte superior de la columna vertebral, producida por la ruptura de la primera y segunda vértebra», como consecuencia de las «maniobras de sometimiento que se le aplicaron a la víctima durante el proceso de su detención y antes de fallecer».
Este mismo lunes, los cuatro agentes involucrados en la detención y muerte de Salazar —tres hombres y una mujer— fueron capturados y serán presentados ante un juez de control por su probable participación en el delito de «feminicidio», según informó la Fiscalía estatal.
La brutalidad que demuestran las imágenes provocó una conmoción social en México y en El Salvador e incluyó condenas por parte de ambos gobiernos.
El asesinato tomó tal magnitud que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, inauguró este lunes el Foro Generación Igualdad, una reunión mundial en favor de la igualdad de género promovida por Naciones Unidas, con un mensaje sobre Salazar.
«Quiero expresar mi pesar por un lamentable hecho, una mujer, Victoria Esperanza Salazar, fue brutalmente tratada y asesinada. Es un hecho que nos llena de pena, dolor y vergüenza. Decir a sus familiares, a las mujeres salvadoreñas, a las mexicanas, las mujeres del mundo, a todos hombres y mujeres que se va a castigar a los responsables, ya están en proceso de ser enjuiciados», aseguró.
También afirmó que el autoritarismo con el que actuaban gobiernos anteriores se terminó. «No habrá impunidad, antes se cometían estos hechos con frecuencia, ahora no, se respetan derechos humanos y hay cero impunidad», señaló.