La antigua base militar secreta de Camp Century, abandonada por Estados Unidos bajo el hielo de Groenlandia, ha ayudado a los científicos a hallar en las gruesas capas heladas de la isla pistas alarmantes sobre su clima en el pasado. Al estudiar las muestras de hielo tomadas desde estas instalaciones en los años 60, los geólogos han descubierto que el de Groenlandia podría derretirse más rápido de lo que se estimaba e inundar ciudades enteras.
El equipo analizó sedimentos y rocas subglaciales congeladas que fueron extraídas por el ejército estadounidense a una profundidad de casi 1,4 kilómetros de hielo y determinó que contienen plantas fósiles bien conservadas y biomoléculas procedentes de al menos dos períodos cálidos sin hielo en los últimos millones de años. Su trabajo ha sido publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Durante la Guerra Fría, EE.UU. presentó la base como una estación de investigación polar, cuando, en realidad, era la tapadera de una operación de alto secreto: el proyecto Gusano de Hielo, que tenía como fin la instalación de 600 misiles nucleares bajo el hielo cerca del territorio de la Unión Soviética. Finalmente, el proyecto quedó suspendido y la base se abandonó en 1967.
En las muestras analizadas ahora, que pasaron por varias instituciones científicas antes de quedar almacenadas en Copenhague en 1990, los isótopos estables enriquecidos presentes en el hielo evidencian precipitaciones a menor altura, implicando la ausencia de una capa de hielo. Los investigadores concluyeron que la capa helada se derritió y volvió a formarseal menos una vez durante el último millón de años.
Aunque se sabe muy poco sobre la historia del clima de Groenlandia y los ecosistemas que albergaba durante los períodos libres de hielo, los nuevos descubrimientos parecen venir asociados con malas noticias para el planeta.
«La presencia de material vegetal significó que el hielo debió de derretirse para permitir que esas plantas crecieran. Esto significa que cuando aquellas plantas de la tundra estaban vivas, la capa de hielo era más pequeña y, por tanto, el nivel del mar era más alto», explicó a Forbes uno de los autores del estudio, el geólogo Andrew Christ, de la Universidad de Vermont (EE.UU.).
El cambio climático y el calentamiento global que afrontamos en estos momentos contribuyen al rápido derretimiento de las capas de hielo de Groenlandia, que contienen suficiente agua como para elevar los niveles del mar hasta unos seis metros a escala global y dejar bajo el agua algunas de las ciudades más grandes del mundo.
«Esto no es un problema de una veintena de generaciones. Es un problema urgente para los próximos 50 años», aseveró en comentarios para Forbes Paul Bierman, otro autor del estudio, también de la Universidad de Vermont. «Puede parecer que Groenlandia está lejos, pero puede derretirse rápido, vertiendo suficiente agua en los océanos para que Nueva york, Miami o Daca —elige tu ciudad— queden bajo el agua», agregó.