Autoridades culminaron la identificación de los cuerpos de 16 ciudadanos guatemaltecos que fueron hallados calcinados el mes pasado en Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos, informó este jueves la fiscalía de ese estado.
En la masacre, ejecutada presuntamente por policías coludidos con sicarios del crimen organizado, fueron asesinadas 19 personas, tres de ellas de nacionalidad mexicana, en una zona rural del municipio de Camargo.
Presuntamente los 16 guatemaltecos eran migrantes indocumentados y al menos uno de los mexicanos habría estado implicado en tráfico de personas.
Hasta ahora, 12 policías estatales y ocho agentes migratorios han sido detenidos como sospechosos de la matanza.
Repatriarán cuerpos de guatemaltecos
La fiscalía de Tamaulipas informó también que se reunió con el embajador de Guatemala, Mario Búcaro Flores, y otros funcionarios de ese país para tratar el proceso de repatriación de los cuerpos.
«La entrega se llevará a cabo una vez que hayan sido concluidos y elaborados losdictámenes multidisciplinarios. Los funcionarios acordaron mantener la cooperación para lograr la entrega de los cuerpos completos de forma digna a sus familiares», detalló la dependencia en un comunicado.
Los 19 cadáveres fueron hallados el 22 de enero en un camino rural al interior de un vehículo pick up que había recibido 113 impactos de bala y fue posteriormente quemado, según investigaciones de las autoridades.
Habitantes del pueblo de Comitancillo, en Guatemala, sospechan que entre las víctimas podrían estar allegados suyos que por esos días habían decidido cruzar México con ayuda de traficantes de personas, en un intento por llegar a Estados Unidos.
Tamaulipas, con costas en el Golfo de México, es la ruta más corta para llegar a Estados Unidos desde el sur, pero es peligrosa por la presencia de bandas que secuestran, extorsionan y asesinan a migrantes.
Camargo, el área donde fueron hallados, es una zona de disputas entre el cártel del Noreste, surgido de Los Zetas, que controla parte de Nuevo León, y el del Golfo, que por décadas ha actuado en Tamaulipas.
En agosto de 2010, un grupo de 72 migrantes, en su mayoría centroamericanos, fueron asesinados por presuntos Zetas en San Fernando, Tamaulipas.