Mientras la violencia crece en México las investigaciones se acumulan, sin esclarecerse. En lo que va de 2020 las autoridades de cinco entidades, que figuran entre las mas violentas del país, solo han conseguido resolver un caso de homicidio doloso por cada 12 nuevos que se cometen, en promedio.
Estas investigaciones esclarecidas son aquellas donde la Fiscalía logró identificar al probable responsable y lo acusa ante un juez, aunque el caso tampoco está concluido. Para ello aun falta todo un proceso y juicio.
De hecho, en cuatro de las entidades revisadas (Colima, Michoacán, Zacatecas y Baja California) se han dictado apenas 21 sentencias de homicidio doloso de enero a junio de 2020, frente a los 2 mil 496 nuevos homicidios registrados en su territorio. En proporción son niveles de impunidad superiores al 99%.
Hay casos extremos como el de Colima, la entidad con la mayor tasa de homicidios del país, cuya Fiscalía reportó no haber resuelto ni una carpeta de investigación por homicidio doloso en el primer semestre del año, ni tampoco haber detenido y procesado exitosamente a alguien por este delito.
Para conocer la proporción actual de homicidios que se resuelven frente a los que cada día se cometen, Animal Político envió solicitudes de transparencia a las fiscalías de justicia de cinco estados que figuran con las tasas más altas de homicidio del país: Colima, Guanajuato, Baja California, Zacatecas y Michoacán.
Dichos estados reportaron, en conjunto, haber iniciado en el primer semestre del año un total de 3 mil 909 carpetas de investigación nuevas por el delito de homicidio doloso. Cada una de esas carpetas puede contener una o más víctimas.
En este mismo lapso las fiscalías de estas entidades reportaron haber enviado y judicializado ante un juez 313 carpetas de investigación. Esto equivale, apenas, a un 8% de todos los asesinatos nuevos registrados.
Aunque no necesariamente los casos consignados corresponden a los asesinatos registrados este año, estos datos sí permiten advertir que, por cada homicidio doloso esclarecido al menos en una primera fase en dichos estados, ya se acumularon otros 12 nuevos.
En ese mismo lapso dichos estados reportaron haber detenido y procesado exitosamente a 282 probables homicidas, un 7.3% si se compara con la cifra de nuevos homicidios registrados. Aun cuando se atribuyera a cada uno de ellos un homicidio distinto, la proporción sería de un detenido por cada 14 nuevos crímenes cometidos en 2020.
Estos datos evidencian además un retroceso respecto a 2019, donde las cifras tampoco eran buenas. En ese año los referidos estados reportaron 7 mil 491 carpetas de investigación iniciadas por homicidio doloso, frente a 656 posibles homicidas procesados, lo que equivale a una proporción de 8.3%, un punto porcentual más que en este año.
También se solicitó a las fiscalías de Colima, Guanajuato, Baja California, Zacatecas y Michoacán la cifra de sentencias condenatorias que han obtenido en lo que va del año.
Guanajuato no respondió, pero el resto de los estados reportaron, en conjunto, 21 sentencias condenatorias en hasta el cierre del primer semestre de 2020.
En proporción se trata de apenas un 0.58% de sentencias respecto al universo de nuevos homicidios o, dicho de otra forma, una condena contra un homicida por cada 120 nuevos asesinatos que se perpetran.
De mal en peor
Colima es la entidad con la tasa más alta de homicidios dolosos en México desde hace al menos tres años. En lo que va del 2020 su tasa es de 43.8 asesinatos por cada cien mil habitantes, más del triple por encima del promedio nacional.
Los datos proporcionados por la Fiscalía del estado no solo arrojan que Colima es el sitio más violento, sino también el más impune en cuanto a homicidios. En su respuesta a la solicitud de transparencia folio 00261620, reportó cero carpetas de investigación judicializadas por homicidio y cero personas procesadas por este delito de enero a julio.
Ello, mientras la entidad ya cumulaba 84 nuevos asesinatos en el mismo periodo.
Baja California, el segundo estado con la mayor tasa de homicidios en el país, registró 1 mil 240 carpetas de investigación iniciadas por homicidio doloso en el primer semestre del año. En ese mismo lapso apenas reportó 40 casos esclarecidos y enviados ante un juez, y 28 personas detenidas.
Se trata de un caso esclarecido por cada 31 nuevos homicidios en el año, y de una persona detenida por cada 44 nuevos asesinatos en Baja california.
Guanajuato es el estado en el que se registra la mayor cantidad de homicidios en todo México; en proporción el 15% de todos los cometidos a nivel nacional en lo que va del año. Debido a su elevada población no se ubica con la tasa más alta, pero sí se encuentra entre los cuatro primeros.
De acuerdo con los datos proporcionados por la entidad, en los primeros siete meses de este año se iniciaron 1 mil 413 carpetas de investigación por homicidio. En ese mismo lapso la Fiscalía estatal reporta haber determinado 213 casos de homicidio, aunque dicha institución no aclaró si todos fueron casos enviados a un juez, o si hay casos que fueron archivados. Además, informó de 172 personas detenidas, sin detallar tampoco si consiguió procesarlas.
Aun en el escenario mas positivo y considerando que los casos fueros judicializados y los detenidos fueron procesados exitosamente, se trataría de 1 homicidio esclarecido por cada siete nuevos asesinatos registrados, y un detenido por cada ocho nuevos asesinatos. Se trata de mejores indicadores que en otros estados, pero que se agravan debido a que Guanajuato es el estado donde mas personas son asesinadas en el país
Otras dos entidades con altas tasas de homicidio son Zacatecas donde de enero a julio se registraron 187 nuevos asesinatos y 11 esclarecidos, apenas un caso resuelto por cada 17 nuevos crímenes; y Michoacán con 922 nuevos homicidios dolosos en el primer semestre y 49 casos judicializados, es decir, un caso resuelto por cada 19 homicidios perpetrados en 2020.
¿Por qué no se resuelven más homicidios?
La baja resolución en los homicidios que se cometen a diario es particularmente grave en los estados más violentos, pero se trata de un problema del que adolece todo el país y desde hace varios años.
Animal Político publicó en 2018 el reportaje “Matar en México: impunidad Garantizada” en el que se documentó que, a nivel nacional, por cada cien asesinatos cometidos en un periodo de seis años en México, solo se habían dictado cinco sentencias condenatorias. Como ahora se documenta, la situación en los estados con mayores tasas es aun más grave al llegar solo a 1 sentencia por cada 120 crímenes.
Las razones del porqué no se resuelven los crímenes son estructurales. Los especialistas, autoridades y víctimas entrevistados para el referido reportaje detallaron desde la falta de un protocolo homologado para indagar los homicidios, hasta carencias de personal y recursos suficientes para hacer frente a la creciente demanda de casos.
En estados como Jalisco, por ejemplo, cada agente del MP especializado en homicidios acumulaba hasta 2016 un total de 836 casos sin resolver.
En 2019 el consejo Nacional de Seguridad Pública diseñó con la asesoría de expertos en la materia el denominado Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica que, entre otras cosas, plantea como meta el desarrollo de habilidades de investigación en las policías preventivas y con ello se desahoguen las cargas de trabajo en las fiscalías. Incluso se ha planteado la necesidad de una reforma legal para que esto quede aun mas claro en la ley.
Sin embargo, y pese a estar aprobado, dicho modelo no ha podido desarrollarse de manera general debido a la falta de presupuesto para ello. Los fondos de seguridad que se destinan a los estados y municipios son insuficientes e, incluso, para 2021 el gobierno federal ha planteado un nuevo descenso.
Otra alternativa que también fue avalada por el consejo es que se pudieran etiquetar hasta el 50% de los fondos municipales para el desarrollo exclusivo de las fuerzas de seguridad pública, siguiendo los lineamientos del nuevo modelo. Se trataría de al menos 40 mil millones de pesos al año. Sin embargo, esto tampoco se ha materializado ni en Hacienda ni en el Congreso.
Animal Politico