El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señaló que existen intereses políticos detrás de la confrontación entre campesinos e integrantes de la Guardia Nacional por la toma de una presa en el estado de Chihuahua, luego de que el país tenga que entregar agua a EE.UU. como parte de un tratado que entró en vigor desde 1944.
«La información esa es nuestra defensa ante los conservadores y corruptos que manipulan«, dijo el titular del Ejecutivo durante su conferencia de prensa matutina del 11 de septiembre.
El presidente López Obrador indicó que los campesinos tienen garantizado el 100 % del abasto de agua para el ciclo agrícola actual.
«Ojalá la gente tenga toda la información. Que no se dejen manipular, porque lo que sucedió antier, el día del enfrentamiento y la toma de la presa, que es una instalación federal, evidentemente tuvo que ver con un movimiento político y con un acarreo», agregó.
Sin embargo, no descartó que hubiera !gente preocupada de que se pueda quedar sin agua, agricultores que tienen el legítimo derecho al agua».
El mandatario también reiteró sus condolencias por la muerte de una mujer tras los enfrentamientos, en hechos que vinculan a la Guardia Nacional y no han quedado del todo claros, ya que algunos reportes señalan que los elementos de las fuerzas de seguridad dispararon contra un vehículo donde viajaban civiles, mientras los uniformados transportaban a presuntos criminales detenidos. Actualmente el caso está siendo investigado para ver si hubo un abuso por parte de elementos de la Guardia Nacional.
Aunque originalmente se habían reportado dos personas muertas pero posteriormente el Gobierno de Chihuahua aclaró que una de ellas había sido lesionada y no murió durante el incidente que se investiga.
Durante la conferencia, López Obrador también exhibió a grupos de políticos de la oposición (PRI y PAN), incluyendo exgobernadores, que han convocado a movilizaciones en Chihuahua por el tema del agua.
Los detalles del tratado
Durante la conferencia, Blanca Jiménez, titular de la Comisión Nacional del Agua, explicó que el tratado entre México y EE.UU. tiene 76 años de vigencia y ha funcionado para compartir el agua entre los dos países.
México recibe 4 veces más agua de la que aporta y tiene flexibilidad en la entrega (ciclos de 5 años).
EE.UU. tiene que entregar mensualmente a México una cantidad en el Río Colorado, al entregar 1.850 millones de metros cúbicos anuales.
México entrega a EE.UU. 432 millones de metros cúbicos anuales en el Río Bravo.
«Si a los cinco años no hemos cubierto, tenemos otros cinco años para pagar, pero en el segundo quinquenio ya no hay oportunidad de pedir otra prórroga. Se tienen 10 años para pagar. En este gobierno, se recibió el tratado con un adeudo», señaló Jiménez.
La funcionaria explicó que las presas de El Granero y Las Vírgenes han entregado el 100 % del agua requerida para cumplir con el tratado, mientras que la presa La Boquilla resta entregar 10 % del volumen de agua previsto.
Intercambio de acusaciones
El gobernador de Chihuahua, Javier Corral, acusó a la administración del presidente López Obrador de manejar la crisis del agua con fines políticos.
«Concurren diversos intereses. Lo que lamentamos es que quien más ha contribuido a un manejo político-electoral, es el propio presidente López Obrador. Acusar a los exgobernadores de incitar a la toma de la presa no es justo», señaló Corral en un tuit.