El miedo a un rebrote de coronavirus, ha llevado a China a cerrar una ciudad ubicada al noreste del territorio. Se trata de Jilin, donde recientemente se encontró un grupo de contagios locales que llevaron a las autoridades a implementar nuevas medidas de prevención del Covid-19.
El gobierno del país ordenó cerrar las fronteras de la ciudad para evitar que sus habitantes visiten otros lugares de China y puedan propagar el virus. Entre las medidas tomadas en este nuevo bloqueo, se suspendió el servicio de autobuses y trenes, y se cerraron las escuelas, por lo que los estudiantes volverán a las clases en línea.
Apenas el pasado 7 de abril, la ciudad había comenzado a volver a sus actividades normales, pero ahora, cines, gimnasios en interiores, cibercafés y otros espacios públicos dedicados al entretenimiento cerrarán sus puertas nuevamente y de forma inmediata.
Con respecto a la población que habita en Jilin o se encontraba de visita cuando se anunció el cierre parcial de las fronteras, las autoridades determinaron que quienes deseen salir deberán haber dado negativo a la prueba de detección de SARS-CoV-2 en las últimas 48 horas, además de completar un periodo de “estricto autocontrol de aislamiento” cuyas especificaciones no se detallaron.