Al menos 18 personas han muerto en un tiroteo protagonizado el pasado fin de semana en la provincia canadiense de Nueva Escocia por un hombre armado vestido de policía, declaró el primer ministro del país, Justin Trudeau. El propio asesino se encuentra entre las víctimas mortales.
«El tirador se cobró la vida de al menos 18 personas, entre ellas una mujer en uniforme cuyo trabajo es proteger vidas, incluso si ello pone en peligro la suya propia», señaló este lunes en rueda de prensa.
«¿Cómo pudo ocurrir esto? Podríamos no saberlo nunca», declaró. «Pero sí sabemos esto: ninguna acción de un hombre puede levantar una pared entre nosotros y un día mejor, no importa lo malvado, insensato y destructivo [que sea]», afirmó.
El atacante, que ha sido identificado como Gabriel Wortman, de 51 años, cometió los asesinatos en el transcurso de 12 horas. El primer ataque tuvo lugar la tarde del sábado en la pequeña localidad de Portapique, a unos 130 kilómetros de Halifax, la capital de la provincia.
La Policía provincial informó que el sospechoso se desplazaba, supuestamente, en un coche parecido a un auto de la Policía Montada de Canadá (RCMP) y llevaba el uniforme correspondiente. Horas más tarde detalló que conducía «una pequeña camioneta Chevrolet», pero que fue modificada para parecerse a un coche policial. Al mismo tiempo, desde la Policía precisaron que Wortman no trabajaba en la RCMP.
En un primer momento, las autoridades reportaron que Wortman había sido arrestado en una gasolinera a las afueras de Halifax, pero luego informaron que el hombre había muerto.