El vacío de autoridad en el Alto Golfo de California hizo crisis el domingo pasado cuando a plena luz del día, 80 embarcaciones menores tomaron por asalto la zona de refugio de la vaquita marina, para capturar ilegalmente por lo menos 500 ejemplares de pez Totoaba.
La acción simultánea de las pangas fue grabada con drones frente a la comunidad de San Felipe, Baja California, por la organización Sea Shepherd, que patrulla la región desde 2015.
Con total impunidad, las embarcaciones con hasta siete pescadores furtivos cada una, atraparon las totoabas, las abrieron con cuchillo y les sacaron la vejiga natatoria o buche, para después arrojar sus cuerpos al mar.
En los videos, que son impresionantes y demuestran que la captura ilegal de Totoaba está desbordada, se puede observar que las embarcaciones utilizan un nuevo método conocido como «Pesquería de Encierro”, que consiste en rodear a los ejemplares formando un cerco con las redes de enmalle, para que no tengan escapatoria.
De acuerdo con Sea Shepherd los inspectores de la Profepa y los elementos de la Secretaría de Marina (Semar), con apenas dos lanchas rápidas, se vieron rebasados por la gran cantidad de pangas y pescadores en el área, donde viven las últimas vaquitas marinas, en crítico peligro de extinción.
Durante las acciones se escucharon dos detonaciones de arma de fuego, por lo que el barco de la organización conservacionista se mantuvo a una distancia segura, ya que cuatro días antes, el 4 de diciembre, uno de sus aviones no tripulados sufrió daños por disparos, mientras documentaba actividades de pesca ilegal.
La tripulación de Sea Shepherd declaró que nunca había observado una caza furtiva tan descarada y con tanta impunidad en el “Área de Tolerancia Cero”, identificada por los científicos como el hábitat más importante para la vaquita marina, que muere ahogada en las redes prohibidas de pesca.
En una grabación obtenida por Excélsior, realizada en una de las pangas por los propios pescadores furtivos, se escucha cómo éstos se regodean de la captura masiva que realizaron de Totoaba.
Abordo de la embarcación, se ven al menos 15 buches amontonados en una orilla y una red kilométrica con totoabas enmalladas.
Apenas el 30 de septiembre, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), prometió que se enviarían 600 elementos federales para poner orden en el Alto Golfo de California, entre soldados, marinos, guardias nacionales e inspectores.
Hoy la realidad es otra, lo que se puede confirmar en un video del domingo por la noche, donde pescadores furtivos y habitantes de San Felipe enfrentan con lujo de violencia a elementos de la Gendarmería, a quienes amenazan con quemar sus camionetas, en caso de que quieran revisar su carga, en una comunidad sin ley.