Alfonso Durazo dio una chiquiteada de la llegada del FBI a nuestro país, pero otra vez Marcelo Ebrard aplicó el “a ver chavo, dame chance” y ofreció más detalles sobre cómo los agentes gringos apoyarán en el caso LeBarón.
Pero bueno, dejando de lado la forma en que Ebrard ha tomado más el mando, el asunto es que el FBI ya está en Sonora, para trabajar en coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR), así como las autoridades locales, esto a solo una semana de darse el asesinato de nueve integrantes de las familias LeBarón y Landgford.
De acuerdo con La Jornada, Marcelo Ebrard explicó que los agentes del FBI no portarán armas y tampoco podrán hacer diligencias por cuenta propia. Así que todas las investigaciones corresponderán a la FGR y los del FBI tendrán que informar en todo momento el lugar en que se encuentran.
Uhhh, ¿tons, qué van a hacer? Según el canciller, sólo darán seguimiento a las investigaciones… y eso, nomás porque las víctimas se tratan de ciudadanos estadounidenses. Así que la cooperación será similar a la que se dio en el caso del tiroteo registrado en El Paso, en el que fueron asesinados mexicanos y el gobierno de AMLO sólo checó cómo se desarrollaron las investigaciones.
“Una cosa es acompañar y otra cosa es reemplazar, cosa que jamás admitiríamos. Entonces, van a acompañar el proceso. Lo vieron con buenos ojos”, señaló Ebrard.
Bueno, no sólo estarán de simples observadores. Para que tengan algo en lo que se entretengan (y como de ese asunto deben saber un poquito más), los del FBI se harán cargo del rastreo de las armas utilizadas en el ataque a las familias LeBarón y Langford.
¿Se van los LeBarón de México?
Pese a los rumores de que toda la comunidad asentada en el norte del país estaría realizando un éxodo obligado, el canciller Ebrard informó que, tras establecer contacto con miembros de la comunidad, estos han dicho que permanecerán en el país… al menos, la mayoría.
En entrevista ofrecida a ABC, David Langford anunció su partida del país. No es para menos, ya que en el ataque del pasado 4 de noviembre fue asesinada su esposa y dos de sus hijos. “Toda mi vida ha sido trastocada. No sólo he perdido a una esposa y a dos hijos, sino que voy a tener que llevarme al resto de mi familia”.
Langford –cuyo hijo Devin fue el que ocultó a sus hermanos entre matorrales durante el ataque, para después caminar kilómetros en busca de ayuda– comentó que otros miembros de la comunidad LeBarón están por irse. Aunque no tiene a dónde irse, “no vale la pena vivir con miedo”, señaló tajantemente.